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Pueblo brasileño con mayoría femenina busca novios que acepten el orden impuesto por las mujeres

Por LifeStyle.com | 29 Agosto, 2014 - 17:05
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Localidad al sur del país, fundada por una mujer excomulgada por abandonar a su esposo, cuenta con reglas muy claras: ellas son las que mandan.

Noiva do Cordeiro se ubica al sur de Brasil y una de sus caracerística sociales y demográficas es que hay escasez de varones. Entre las más de 600 mujeres que forman parte de la mayoría hay muchas entre 20 y 35 años que deben permanecer solteras.

Las características del pueblo hace que en la zona las cosas sean claras: las mujeres son las que mandan. En ese contexto, los fuertes deseos de concretar noviazgos no pueden chocar con la dinámica social. Los candidatos que lleguen deben someterse al orden que hay en Noiva do Cordeiro.   

Los hombres de la comunidad tienen que trabajar fuera de esta y pueden regresar sólo los fines de semana. Lo mismo pasa con los hijos masculinos al alcanzar la edad de 18 años. Los hombres que viven en la comunidad aceptan estas reglas, pero el problema es que todos están ya casados con mujeres de la comunidad o son parientes cercanos.

"Queremos conocer a caballeros, que dejen sus propias vidas y vengan para formar parte de las nuestras", explica otra vecina de la comunidad, Nelma Fernandes. "Pero primero tienen que aceptar hacer lo que nosotras decimos y vivir bajo nuestras reglas", resalta.

La comunidad tiene una única e interesante historia. Fue fundada hace 120 años por Maria Senhorinha de Lima, una mujer expulsada de su comunidad y excomulgada de la iglesia católica por "adulterio", después de que abandonara al marido con quién la habían obligado casarse.

Poco a poco otras mujeres se unieron para vivir con ella. No obstante, en 1940 un pastor evangélico, Anísio Pereira, se casó con una joven de la comunidad y llegó a ser la máxima autoridad en ella, imponiendo reglas muy estrictas, como la prohibición de cortarse el cabello, tomar alcohol o usar anticonceptivos. Después de su muerte en 1995, las mujeres de la comunidad decidieron que jamás permitirían a un hombre que les dictara qué hacer y, además, rechazaron las normas religiosas "impuestas por hombres".

(Fotos elegidas desde Facebook)