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10 razones para enamorarse de Colonia

Por Deutsche Welle | 3 Octubre, 2016 - 15:41
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Arte, cultura y el carnaval es lo que le espera a las personas que visiten la ciudad alemana.

Ruinas con más de 2.000 años de historia, ferias, museos y una gran vida nocturna para disfrutar con los renanos constituyen la oferta de Colonia, la más populosa de las metrópolis alemanas luego de Berlín, Hamburgo y Múnich.
 
La catedral, obra maestra de la arquitectura gótica
Es uno de los destinos preferidos en Alemania: cerca de 20.000 personas visitan la ciudad cada día. La catedral tiene más de 700 años, y aún no se ha terminado de construir. En 1996 se convirtió en Patrimonio Mundial de la UNESCO como obra maestra de la arquitectura gótica.
 
 
Altstadt, centro histórico y moderno
El casco antiguo (Altstadt) de Colonia quedó prácticamente destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Muchas de sus históricas fachadas, como estas en el Fischmarkt (Mercado del Pescado), fueron reconstruidas y comparten espacio con edificios funcionales de la década de 1960. Esta parte de la ciudad cuenta con numerosos restaurantes, bares y cervecerías.
 
 
Especialidad: cerveza Kölsch
En las cervecerías se puede disfrutar de un pedazo de la forma de vivir de los colonienses: la cerveza Kölsch. Sólo se puede producir en Colonia y sus inmediaciones. Servida en un fino vaso de tubo de 0,2 L, esta cerveza clara combina perfectamente con el clásico "Himmel und Äad", un plato de puré de patatas con compota de manzana y morcilla típico de la región.
 
 
Museos, desde la antigüedad hasta hoy
Los amantes del arte tienen mucho por descubrir en Colonia. Multitud de galerías y casas de exposiciones, como el Museo Ludwig, combinan cuadros impresionistas y del Pop Art con obras de arte contemporáneo. En Colonia todo el mundo encuentra "su" museo, con temáticas tan dispares como el arte romano, la edad media, la tecnología e, incluso, el chocolate.
 
 
Iglesias, testimonio de un esplendor anterior
En la Edad Media Colonia era una de las ciudades más grandes del mundo germano-hablante y un centro católico muy importante. Multitud de construcciones sagradas son visibles aún hoy en día. No en vano, la ciudad cuenta con 12 iglesias romanas. El capitolio de Santa María es la más grande de todas ellas. Data del siglo XI.
 
 
Rheinpark, inmenso parque de juegos
Justo enfente de la catedral y pegadas al río se extienden las 40 hectáreas que ocupa el gran Rheinpark. Construido en 1912, en 2007 fue reconocido como el más bonito de Alemania. Sus inmensas explanadas de hierba albergan torneos de fútbol y se convierten en el espacio ideal para hacer barbacoas en los días de verano. El funicular ofrece una vista espectacular del río y del zoo de la ciudad.
 
 
Carnaval, la quinta estación del año
Colonia entra en estado de excepción una semana al año. El carnaval de la ciudad es una de las fiestas de carnaval más conocidas del mundo. Curiosas palabras como "Alaaf" (saludo típico de la festividad), "Kamelle" (dulces lanzados desde las carrozas) y "Bützje" (besos) invaden las calles de la metrópolis renana en febrero.
 
 
Ferias, de Gamescom a Art Cologne
Colonia es conocida mundialmente por sus ferias. En la de videojuegos Gamescom, por ejemplo, fabricantes de todo el mundo presentan todos los años sus últimos modelos de hardware y software. En Art Cologne, sin embargo, se intercambian obras de arte para todos los bolsillos. Ah, y cada dos años se celebra en la ciudad Fotokina, la feria de fotografía más importante del mundo.
 
 
Sinónimo de diversidad
La ciudad renana es, además, la capital alemana de los gays y las lesbianas. Una vez al año se celebra el ColognePride, un evento de dos semanas en el que homosexuales y transexuales reclaman sus derechos. Además de ser el más grande de Europa, el evento se ha convertido en una fiesta de tres días que, año tras año, llena de color las calles de la ciudad durante el primer fin de semana de julio.
 
 
Las bondades del Rin
Una característica imbatible de la ciudad es su localización, pegada al Rin, el río más largo de Alemania. Ya entonces los romanos se dieron cuenta de su potencial. En el año 19 a.C. fundaron el primer asentamiento. El río es navegable. Mientras que algunos disfrutan de las vistas desde un barco, otros prefieren hacerlo remando.