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20 años del Museo Guggenheim: Bilbao, meca cultural

Por Silke Wünsch/ Deutsche Welle | 7 Noviembre, 2017 - 09:03
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El trato fue simple: los vascos aportaron el dinero y la superficie, y la fundación la administración y sus cuadros.

Hace 20 años se inauguró el Museo Guggenheim en Bilbao, entonces una ciudad industrial poco atractiva. El edificio se ha convertido en el emblema de la ciudad.

El efecto Guggenheim es un hecho. El Museo Guggenheim, esa maravilla arquitectónica de piedra caliza y titanio ha hecho de Bilbao una ciudad más moderna, con más cultura y más mundial. En los años 90 del siglo pasado, la Fundación Guggenheim planeaba la construcción de un edificio en Europa. Bilbao fue la ciudad que más interés mostró. Esta quería deshacerse de la imagen de ciudad industrial deprimida.

El trato fue simple: los vascos aportaron el dinero y la superficie, y la fundación la administración y sus cuadros. Los bilbaínos no entendieron entonces cómo se podían invertir tantos millones en un museo. Y los artistas de la región, por su parte, se sintieron traicionados.

En 1997 se terminó el edificio, tras cuatro años de construcción. La fórmula de Gehry: deconstructivismo. No existen las esquinas y paredes rectas, sino curvas. Todo parece caótico y entrelazado. El material de revestimiento utilizado, las placas de titanio, es también inusual. No tiene ni principio ni fin, ni derecha ni izquierda, pero sí una zona central: un espacio de 50 metros de altura, una sala con un atrio. El espacio más largo tiene 130 metros y 30 de ancho.

Este es el claro ejemplo de como una ciudad industrial y económicamente perjudicada florece a través de la cultura y el arte. Se ha convertido en una ciudad muy atractiva tanto para turistas como amantes del arte.