El cabello es uno de los más afectados por los cambios de temperatura, el cambio brusco del caluroso verano que recién pasó, al frío del hemisferio sur afecta la fibra capilar debilitándola. Un cabello más débil, con menos crecimiento y con mayor tendencia a caerse es lo que suele suceder en las temporadas de frío.

Es por ello que es muy importante conocer cómo se debe cuidar y proteger el cabello en esta temporada de bajas temperaturas. Para ello, los mejores aliados provienen de la naturaleza, pues existen distintos ingredientes con beneficios bastantes provechosos para los distintos tipos de cabello.

María Elena Rudolphi, químico farmacéutica de Farmacias KNOP comenta “con la llegada de otoño, el cabello baja su ciclo y tiende a debilitarse si no se refuerza. Esto se debe en parte a la alteración de luz natural y los bajos grados de temperatura, que van frenando su crecimiento. Además, el frío, el viento y la costumbre de usar gorros y bufandas también fomentan la electricidad estática lo que favorece el encrespamiento. Por otro lado, la calefacción de las habitaciones puede aumentar la sequedad del cuero cabelludo afectando negativamente a la melena”.

1. Mascarillas hidratantes

La humectación es vital para sobrevivir con un cabello hermoso y sano las frías temperaturas de otoño e invierno. Para evitar tener un cabello seco y apagado en estos meses es imprescindible utilizar mascarillas hidratantes luego del lavado. Una opción es usar productos que contengan aceites de palta, de almendras dulces, olivo, uva y vitamina E, se podrá nutrir, suavizar, regenerar puntas abiertas y dar brillo al cabello, mínimo dos veces a la semana.

2. Colágeno

El colágeno también es un apoyo importante para el cabello, ya que su salud y el evitar su caída dependen, entre otras cosas, de la cantidad de colágeno que se encuentre en la raíz. Por ello, un complemento capilar perfecto es el colágeno, y si viene potenciado con biotina y zinc, que también tienen un papel importante para el pelo, pues mucho mejor. Una forma sencilla de consumir colágeno en cápsulas que lo contengan, y así asegurar la dosis diaria.

3. Suplementos

Rudolphi agrega que “también es importante fortalecer el bulbo capilar con suplementos como la silícea, pues este oligoelemento esencial para la salud, se requiere para, la piel, las uñas y por supuesto también para el cabello, donde cumple una función de reforzar el metabolismo en la hebra capilar, permitiendo que sus características de flexibilidad se mantengan y eviten que tienda a su quiebre”.

4. Champú de ortiga y carbón: según tu tipo de cabello

Otra herramienta protagonista del cuidado del cabello es el shampoo y se debe elegir el que sea más adecuado para cada tipo. Para quienes tienen el cabello delgado, con tendencia a la caída, lo recomendable es utilizar un Shampoo de ortiga, pues sus ingredientes activos, potencian la irrigación, fortaleciendo la salud de las hebras del cabello.

Para el cabello de normal a graso, un shampoo de propóleos y caléndula es lo indicado, pues el propóleo limpia naturalmente el cabello dejándolo protegido, brillante, con un suave olor a miel, y la caléndula le proporciona suavidad e hidratación. Las propiedades higienizantes y humectantes del propóleo, se combinan con las propiedades humectantes y nutritivas de la caléndula, que ayudan a revitalizar el cabello.

Para el cabello graso y opaco, una buena herramienta es utilizarshampoo de carbón, para una limpieza más profunda del cuero cabelludo. Es muy útil para eliminar las impurezas que se acumulan día tras día en el cabello, o las impurezas que se quedan al estar en un ambiente muy contaminado, además remueve las células muertas y la caspa, por lo que es ideal para un détox capilar. El carbón le devuelve el brillo al cabello, sin dañar ni resecar la piel.

Además de todos estos consejos es importante no exponer el cabello húmedo al frío, pues al estar mojado es más delicado y, evitar el abuso de herramientas para el cabello que generen calor como planchas y secadores.