En países como Chile, la sexualidad está muy genitalizada y ligada principalmente al acto de la penetración. Hay ignorancia general respecto al llamado juego previo, por tanto, existe una importante falta de creatividad y de atreverse a lo nuevo, para la satisfacción propia y mutua en la pareja.

 

La directora del Centro Miintimidad, Odette Freundlich, afirma que en un estudio realizado con más de 1.000 pacientes que acuden a su consulta, el 57,3%, relató sentir que el juego previo que tienen con sus parejas es insuficiente y corto.

 

De esta muestra, el 77,4% de las mujeres presenta dificultad o imposibilidad de tener penetración vaginal, o sea, dispareunia o vaginismo. En tanto, el 41% de estas mujeres se encuentran casadas, es decir, esto no se da solamente con los años de matrimonio ni con la rutina. La edad promedio en el estudio es de 31 años.

 

Incluso, explica Freundlich, “cuando les digo a mis pacientes que mientras dure el tratamiento no podrán tener penetración vaginal, pero sí está permitido todo el resto, me preguntan: ¿pero qué más haremos si no hay coito?”.

 

La kinesióloga especialista en sexualidad y disfunciones del suelo pelviano afirma que el “juego previo” es clave porque a través de él se desencadena la respuesta sexual, la cual tiene varias etapas como el deseo, la excitación, meseta o etapa el preorgasmica, el orgasmo y la resolución.

 

“A nivel genital, la vagina se alarga, se ensancha, la zona se irriga, se produce la lubricación, el clítoris se erecta, el útero se mueve, y debemos esperar a que ocurran todos estos cambios con un ‘juego previo’ adecuado para tener una sexualidad más placentera”, explica Freundlich.

 

Si estos cambios no ocurren, de acuerdo con la especialista en sexualidad y disfunciones del suelo pelviano, habrá dolor y falta de satisfacción en la relación íntima. Por tanto, se puede llegar con el paso del tiempo a disfunciones como el vaginismo.

 

Se debe tener en cuenta también, recuerda la directora del Centro Miintimidad, que todas estas transformaciones ocurren más rápido en el hombre que en la mujer, “pues él puede tener rápidamente excitación, erección y orgasmo. Sin embargo, ella demora bastante más para llegar a eso, por eso que el ‘juego previo’ es relevante”.

 

“Debemos tener presente que no se trata tan sólo de apretar un botón en el lugar adecuado y que se desencadenen todos estos cambios, para que esto ocurra, es necesario que haya armonía en los ámbitos  psicológicos, emocionales, biológicos, relacionales, situacionales y  afectivos”, manifiesta Freundlich.