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Armstrong hizo impopular al ciclismo... pero es buena persona

Por Marisol Rojas/ El Economista.com.mx | 12 Diciembre, 2017 - 10:12
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El retirado pedalero Jens Voigt, embajador de la etapa CDMX del Tour de Francia, reflexionó sobre temas tan delicados para la especialidad como el dopaje.

A un día de su llegada a la Ciudad de México, Jens Voigt viste un maillot amarillo y un short negro. El ciclista retirado con 17 participaciones en el Tour de Francia se interesa en temas de México con preguntas como ¿cuál es la industria más importante de este país? y deja ver su gusto por el café al mencionar “me gusta tanto que me tomo de nueve a 10 tazas al día”. Una muestra de la personalidad del Embajador de la segunda edición de la Etapa de la Ciudad de México del Tour de Francia.

Voigt se retiró del ciclismo en el 2014, con dos triunfos en etapas del Tour del 2001 y el 2006 y uno en el Giro d’Italia en el 2008. Después de 20 años de su debut como profesional, tiene su propia marca de ropa para vestir y de ciclismo “Shut up legs”.

En los primeros años de su carrera, no se imaginaba todo lo que lograría, pues hace casi un lustro Lance Armstrong le daba consejos de ánimo como “eres mejor de lo que piensas que eres, deberías confiar más en ti”.

El ciclista estadounidense involucrado en el caso y confesión de dopaje más sonado de comienzos del siglo XXI quería a Voigt en su equipo, pero se encontró con una respuesta negativa.

“Me invitó a unirme a su equipo en dos ocasiones porque le parecía un ciclista indestructible y confiable, siempre estaba en la carrera aunque se volviera complicada. Características que me llevaron a diecisiete Tour de France, pero no acepté porque no me sentía a gusto. Lo de Armstrong fue un caso tan importante que después de cuatro años de su retiro se sigue hablando de eso”.

En el 2005, el diario deportivo L’Equipe, en su portada “le mensonge Armstrong” (La mentira Armstrong) reportó que seis muestras de orina, congeladas y almacenadas, tomadas al estadounidense durante cinco etapas del Tour de France de 1999, dieron positivo en la prueba de eritropoyetina. En ese entonces, Lance lo negó, señalando que la publicación era “periodismo sensacionalista”. Meses más tarde, el Comité Olímpico Internacional y la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) investigaron las pruebas del laboratorio antidopaje francés.

Así inició el declive de su carrera y, peor, la duda de si el ciclismo es un deporte “limpio”. En junio del 2012, la Agencia Antidopaje de los Estados Unidos acusó a Armstrong de dopaje, tras analizar muestras de sangre del 2009 y el 2010. Años de negativas públicas llevaron a Armstrong a admitir en enero del 2013 su culpa.

“Lance es uno de los ciclistas más importantes de la historia moderna, fue llevado a la justicia y eso fue bueno, porque se demostró que no se ocultan las historias y se va limpiando el deporte de las personas que se dopan. Sí, Lance hizo que el deporte se volviera impopular. Lance y yo pudimos haber sido grandes amigos, porque independiente del dopaje, es una persona que trabaja muy duro, se preparaba para las carreras bien, mantenía al equipo unido. Es una buena persona”.

De acuerdo con el portal Cámara Húngara, Lance en su labor altruista con la sociedad apoyó cada año entre 200,000 y 385,000 personas en su lucha contra el cáncer, recaudando para su fundación Livestrong más de 400 millones de dólares, dinero repartido en al menos 65 países. Pero en la parte profesional de su vida, el hombre de los siete triunfos seguidos del Tour de Francia quedó sentenciado.

En el primer trimestre de este año, la WADA publicó el informe anual sobre el comportamiento de los países y los deportes respecto al doping, registrándose del 2014 al 2015 más países involucrados. De los 10 deportes con más casos positivos, el ciclismo es el cuarto lugar con 200.

“El Tour de Francia más difícil que he corrido fue en el 2006 por los problemas de dopaje. Eso fue duro mentalmente, mi equipo estaba involucrado, hasta me hizo pensar si debía parar o seguir”, señaló Jens.

“El ciclismo y el dolor van juntos. En mi carrera habré tenido unos 10 días con dolor ‘ligero’. Siempre hay algo. En otros deportes, por ejemplo, los de conjunto, si te sientes mal puedes salir y los demás harán el trabajo, aquí si tu dejas de pedalear... desapareces, te sales del pelotón. El dolor es algo constante en tu carrera”, explicó Jens, educado hasta su adolescencia en la parte este de Alemania.