Artículos

Así se vive la anuptafobia, el miedo a estar sin pareja

Por Agencias / LifeStyle | 1 Abril, 2016 - 16:15
  • miedosolteria1.jpg

"Lo principal es estar conforme y tranquilo con uno mismo, no con las expectativas de los demás", señala una psicóloga ante la presión social que se ejerce sobre quien vive "en soltería".

Son muchos los casos en que la duración de muchos años que muestra una pareja no significa, necesariamente, que todo ande bien. La psicología señala que hay veces en que el miedo incontrolable a perder una relación va más allá al amor que se sienta por la otra persona.
 
En esos casos se trata, simplemente, al miedo a estar solo o sola. Y eso técnicamente se llama anuptafobia.
 
Y es que los expertos son enfáticos en subrayar que estar atraídos por una persona confiable y que acompañe en el crecimiento enriquece la vida y es un sentimiento sano, pero muy distinto es disimular un temor irracional a no estar en pareja o que la soltería se prolongue por siempre, lo que puede llevar a elegir mal las compañías e, incluso, a permanecer en una relación que no hace feliz.
 
La psicología concuerda en que la presión social hace su juego en esto. Sospechas sobre la sexualidad de las personas, miedo a llevar consigo la etiqueta de "solterones", obligaciones en torno a lo roles que se deben cumplir según la edad que se vaya cumpliendo e incluso dar el gusto a familiares son algunas de las razones que complican el cuadro.
 
A ello se suman otros factores como excesiva timidez, falta de autovaloración y miedo social.
 
 
El psiquiatra Carlos Cruz subraya que “a la presión social se suma la inseguridad o la dificultad para relacionarse con el sexo opuesto, que a veces se compensa con el desarrollo de otras áreas, tales como el trabajo u otros logros, que también pueden llegar a ser muy reconfortantes”.
 
Según el psiquiatra, quien padece de anuptafobia es una persona “dependiente de la opinión social, tímida o con dificultades para establecer relaciones de pareja, centrada más en otras tareas como el trabajo para compensar aspectos no desarrollados de su personalidad”.
 
Entre sus síntomas, el doctor destaca “la angustia por no cumplir el rol que se espera, frustración frente a su plan de vida y dificultad para plantearse alternativas satisfactorias”.
 
Respecto al tratamiento, la coincidencia es centrarse en el apoyo profesional en torno a lo que los pacientes descubran que ha pasado en sus vidas y que los llevó a estar en esta situación, viendo si esa instancia es deseada o no pudo ser lograda.
 
"Lo principal es estar conforme y tranquilo con uno mismo, no con las expectativas de los demás", señala la psicóloga Andrea Pérez.
 
“De lo contrario se corre el riesgo de que las personas -por miedo a perderlas- no le pongan límites a sus parejas, tolerando conductas como faltas de compromiso, de respeto o de interés", subraya la experta.