1. La melaza de caña es una especie de miel que contiene altos niveles de calcio y que sirve como reemplazo del azúcar. Es un alimento dulce que, contrario a lo que ocurre con las azúcares refinadas y la Coca Cola, no desmineraliza el cuerpo. Favorece, por el contrario, la adhesión del calcio a los huesos.

2. Las hojas de col son muy ricas en calcio: cuatro onzas equivalen a un vaso pequeño de leche. Las vitaminas A,D y K presentes en grasas como la mantequilla y otros alimentos son las encargadas de que el calcio se fije en los huesos.

3. Si se consume mucho calcio sin acompañarlo de grasa, el cuerpo puede acumularlo en las paredes de las arterias, lo que se conoce como arterosclerosis. Las acelgas normales y las acelgas chinas son verduras que, al combinarse con aceite de coco o aguacate, son una fuente de calcio altamente absorbible.

4. El ajonjolí. Se puede comer rociándolo sobre las comidas o en forma de tahini (mantequilla de ajonjolí). El hummus (la preparación de garbanzos y tahini) es la mezcla perfecta: los dos alimentos tienen calcio y el tahini tiene la grasa saludable que ayuda a absorberlo.

5. Las algas, como el wakame y el arame, poseen grandes cantidades de este mineral. Son deliciosas en sopa o se pueden hidratar y mezclar con pimentón, semillas de chía, tomate cherry, hojas verdes y aceite de oliva en una ensalada.

6. El kale y la okra son dos verduras que casi nadie conoce y que tienen mucho calcio. El kale es una especie de col crespa que funciona como antioxidante y la okra es un vegetal de origen africano. Se parece al pimentón y aporta mucha fibra.

7. El tofu, contrario a lo que se cree, no posee calcio en su forma natural. Debe procesarse con sulfato de calcio para que el mineral entre a hacer parte de sus componentes. Otros coagulantes no generan el mismo efecto.

8. La cepa de hinojo y el brócoli pueden ayudar a que se mantengan los niveles de calcio en las personas, según su necesidad. Un adulto necesita 1000 miligramos de calcio al día. Las mujeres en menopausia y los hombres mayores de setenta años necesitan, los dos, 1200 miligramos de este mineral para estar saludables.