En plena preparación de la versión 2016 se encuentra la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación de Estados Unidos, oportunidad en la que la instancia premia una veintena de categorías ligadas a la industria musical.

 

Por de pronto, la academia entrega los nombres de quienes van a ser centro de los honores durante la ceremonia fijada para el 15 de febrero. Y los nombres son particularmente variopintos.

Entre ellos se incluye a la extinta y destacada banda de rock Jefferson Airplane, la exitosa salsera cubana ya fallecida Celia Cruz y a la leyenda del jazz Herbie Hancock.

 

Cada uno en lo suyo, se trata de nombres que indudablemente destacan en sus áreas, marcándolas con la huella del talento y la trascendencia.

 

 

 

El premio Grammy a la trayectoria forma parte de los clásicos en la ceremonia de la industria. Cada año se busca con ello homenajear a los artistas que han contribuido significativamente a la actividad.

 

Los artistas citados reciben honores con un concierto, pero no el mismo día de la entrega de premios. En esa oportunidad se les nombra y se les destaca en la programación. 

 

Jefferson Airplane surge en San Francisco, California, siendo una banda pionera del movimiento psicodélico que, además de todo, alcanzó éxito comercial y crítico.

 

El grupo llegó a ser en los años 70 uno de los mejores pagados de Estados Unidos, mientras que sus discos –que no alcanzaron a ser diez- tuvieron también éxito internacional, con importantes niveles de venta. 

 

“Surrealistic pillow”, un trabajo de 1967, sigue siendo considerado como una de las principales obras del llamado "Verano del Amor", que incluye dos incombustibles éxitos del grupo "Somebody to love" y "White rabbit").

 

 

Por su parte, Herbie Hancock es uno de los músicos más célebres del jazz, constituyendo una indiscutida leyenda viviente.

 

Pianista, tecladista y compositor ha explorado casi todos los estilos jazzísticos, por lo que se le considera un artista inquieto estilísticamente que, sin embargo, guarda una manera de interpretar el piano muy propia e identificatoria. 

 

Con una discografía que se aproxima a los treinta títulos, destacan sus incursiones en el cine con la icónica banda sonora de la película “Blow up” (1966), el sorprendente y original “Head hunter” (1973), el reflexivo “Possibilities” (2005) o el holístico “The Imagine Proyect” (2010).

 

 

Finalmente, Celia Cruz es uno de los íconos más populares de la música caribeña en Estados Unidos. Desarrolló su carrera en un principio en Cuba, luego en México (en donde coincide con la llamada Época de Oro del cine mexicano), Colombia, Venezuela y Estados Unidos.

 

Se trata, sin duda, de un mito de la tradición cubana, que supo mantener nexos con muchos estilos, participando en grabaciones con una amplia variedad de artistas, lo que potenció aún más su imagen.

 

Su discografía abarca una veintena de trabajos como solista, más un amplio número de colaboraciones.