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Chico Buarque, 70 años de talento

Por Ángela Ruiz | 19 Junio, 2014 - 10:11
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La figura fundamental de la música brasileña cumple 70 años el 19 de junio. Una vida dedicada a canciones de refinada armonía, con las que ha tenido que hacer frente a la censura y ha desarrollado su labor como dramaturgo y novelista, sin dejar de lado una de sus mayores pasiones, el fútbol. 02

Hijo predilecto de la "bossa nova", Chico Buarque, en sus canciones, se pone en la piel de los más necesitados, habla en femenino o cuenta en sus letras la vida cotidiana.

Aunque lleva casi 50 años subiéndose a los escenarios, ponerse delante del público siempre ha sido un reto para él.

Su figura aparece sobre las tablas inmóvil ante el micrófono, como alguien que buscara en el horizonte un punto de escape.

Como él mimso ha confesado, su vergüenza ante el público la superaba con whisky, y la mayor felicidad de un concierto la tenía cuando éste terminaba.

Entre el fútbol, pasión a la que dedica mucho tiempo, la música, la escritura y su familia pasa la vida Buarque, que a punto de cumplir 70 años sigue siendo, posiblemente, el artista más querido de Brasil.

Entra así en el club de los 70 (años) de la música brasileña, del que ya forman parte Caetano Veloso, Milton Nascimento y Gilberto Gil.

Primeros pasos en la música

El arte ya corría por las venas de Chico Buarque, cuando el historiador y sociólogo Sergio Buarque de Hollanda y la pianista Maria Amélia Cesário Alvim le trajeron al mundo.

Un niño al que le gustaba coleccionar fotografías de los cantantes que escuchaba en la radio y para el que era habitual estar rodeado de personalidades de la cultura brasileña, que a menudo visitaban la casa de sus padres.

Vinícius de Moraes, habitual en su hogar familiar, y João Gilberto, artista al que descubrió cuando tenía 15 años, son dos de sus grandes referentes, de los que hace años afirmó: "Quiero cantar como João Gilberto, hacer música como Tom Jobim y escribir como Vinícius de Moraes".

Un sueño por el que luchó tras abandonar la carrera de Arquitectura. Fue entonces cuando decidió centrar su trabajo en la música y, poco tiempo después, en 1966, publicó sus primeros "singles" "Olê , olá" y "Madalena Foi Pro Mar", incluidos en su primer álbum, "Chico Buarque de Hollanda".

Escritor antes que músico

Chico Buarque empezó a escribir para establecer un contacto mayor con su padre, que se leía atentamente, como él mismo ha admitido, “sus porquerías”. “

De alguna manera estar escribiendo es sentir su presencia o su falta, es como si buscase su aprobación”, declaró en una entrevista al diario español El País.

Una pasión a la que se lanzó con “Estorvo”, que comenzó a escribir gracias en parte a Rubem Fonseca, el cual le llevaba animando desde hace años. “Benjamín”, “Budapest”, que escribió sin visitar la ciudad, y “Leite derramado” llegaron más tarde.

También Buarque ha sido reconocido en el mundo del teatro. Muchas de sus obras se han representado en varios países, como por ejemplo “Ópera do Malandro”, una versión que realizó de la “Ópera de los tres peniques” de Beltolt Brecht.

Pasión por el fútbol

La pasión por el fútbol le viene gracias a su madre, una gran aficionada que le llevaba a los partidos del Fluminense, en Río de Janeiro, equipo del que sigue siendo hincha.

Una afición que disfruta fuera y dentro del campo. El artista se viste con el número 9 dos o tres veces por semana y salta al terreno de juego con su equipo, el Politeama, con el que no pierde nunca, según ha asegurado en broma.

Una gran afición a la que ha hecho varios homenajes como con el tema "O futebol", en el que cantaba, "Para Didí, para Pelé, para Mané", o en su tercera novela, "Budapest", en la que todos los nombres propios son de los jugadores de la selección húngara de fútbol de 1954.

Años de combate a la censura

Aunque al principio evitó la censura con juegos de palabras, Buarque se convirtió en uno de los artistas brasileños más perseguidos por la censura de la dictadura militar durante los setenta.

Con el fin de librarse de ella, se inventó el seudónimo Julinho da Adelaide, que le funcionó hasta que las autoridades le obligaron a presentar cada una de sus letra junto a su carné de identidad.

Por la obra teatral "Roda Vida", que incluía temas compuestos por Buarque, fue arrestado en 1968 y pasó meses exiliado en Italia.

Dos años más tarde volvió a Brasil, donde siguió plasmando en el papel sus ideales contra la Dictadura, como en el tema "A pesar de você" que se convirtió en el himno del movimiento democrático.

Pero, después de haber vendido 100.000 copias, el sencillo fue censurado, y todas las copias fueron retiradas del mercado. Lo mismo le pasó con "Tanto Mar", una canción escrita en 1974 para celebrar el sueño de primavera de la Revolución de los Claveles en Portugal, que los militares prohibieron en Brasil.

Exposiciones, conciertos y teatro, en homenaje 

Brasil lleva tiempo celebrando el cumpleaños de Chico Buarque, que soplará 70 velas el 19 de junio. Así, Rádio Nacional FM Brasilia, ese mismo día, transmitirá una edición especial del programa "Momento Três", con temas de Buarque.

Además, en El Museu da Imagem e do Som de São Paulo se expondrá hasta final de mes las portadas de 17 vinilos de este gran representante de la “bossa nova”.

Salvador de Bahía también se ha sumado a este homenaje, y el 21 de agosto reunirá en el escenario del Teatro Castro Alves al grupo MPB-4 y a los cantantes Roberta Sá Río y La Riva Marina en un espectáculo en el que no faltarán temas suyos como "Cálice", "Roda Vida", "Olê, olá" y "Apesar de você".

* Reportaje EFE