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Claves para decorar la habitación infantil combinando capacidad de almacenamiento, versatilidad y confort

Por LifeStyle.com / Agencias | 4 Diciembre, 2014 - 13:50
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El estudio de interiorismo y diseño, Silvia Alfaras, entrega consejos para poder cumplir con estos requisitos, dejando en claro lo importante que es dar rienda suelta a la imaginación en base a los gustos de los niños.

Diseñar una habitación infantil es un reto apasionante. Muchas veces es un derroche de creatividad y originalidad, en las que el decorador mezcla colores y texturas variadas para conseguir una estancia estimulante y alegre.

La clave está en conocer los gustos y preferencias de los niños, en ponerse en su lugar y dar rienda suelta a la creatividad. Es importante conseguir resultados originales y, sobre todo, personalizados según los gustos de sus pequeños protagonistas, afirma el estudio de interiorismo y diseño, Silvia Alfaras.

En ocasiones, los niños son demasiado pequeños para poder expresarse y son los progenitores los que deben tener muy claro las premisas que deben dar a la habitación y transmitírselas al interiorista, quien debe poder dotar a ese espacio de una notable originalidad y una gran flexibilidad, que le permita adaptarse a las necesidades o gustos actuales y futuros de sus inquilinos.

La habitación infantil es uno de los espacios de la casa con los que los interioristas han de entregarse especialmente, derrochando optimismo e imaginación. Normalmente, las premisas que exige el proceso de proyecto pasan por la combinación adecuada de capacidad de almacenamiento, versatilidad y confort. El almacenaje es algo muy común en la actualidad, ya que los niños tienen gran cantidad de cosas y necesitan de espacio para guardarlas, y seguir manteniendo el orden.

En este caso, se trataba de realizar el proyecto para una habitación compartida para dos niñas de 6 y 3 años. Las premisas indispensables para sus clientes era disponer de una zona de almacenaje y dos camas. Como es habitual en esta tipología de estancias, se trata de un espacio de reducidas dimensiones - siete metros cuadrados - y, por tanto, requería de un estudio exhaustivo por parte de la interiorista para optimizarlo y aprovechar al máximo cualquier rincón.

Con escasos recursos, Alfaras debe proyectar un espacio en el que se pueda jugar, dibujar, estudiar, leer, divertirse, dormir, descansar, compartir con los amigos, etc. Y sin provocar enfrentamientos.

Lo primero fue distribuir la zona de almacenamiento en dos, por una parte, un armario, y por otra, pensar en el aprovechamiento que permite la zona inferior de las camas, las cuales se les dota de grandes cajoneras extraíbles con ruedas, que permiten un sencillo manipulado. En su interior, se pueden guardar mantas, juguetes, zapatos, etc.

El interior del armario dispone de una barra telescópica y cajones para cada una de las niñas, para evitar posibles discusiones en un futuro. El mobiliario se completa con un arcón de madera color piedra, a modo de mesita de noche, que contribuye a aumentar la capacidad de almacenamiento de la habitación, y estantes dispuestos simétricamente, que alternanblanco y rosa chicle, los colores que dominan el espacio, pensados para albergar libros, CDs, peluches, etc.

Los protagonistas de la habitación son un par de cabezales a modo de casitas, de las que cuelga un punto de luz totalmente móvil para poder usarlo por toda la casa o ubicarlo encima de la cama. Este original cabecero incluye en su interior un vinilo adhesivo de estrellas, que favorecen la imaginación y el sueño de las pequeñas. Habitualmente son los detalles los que marcan la diferencia y estos complementos añaden valor añadido a la decoración.

El color es un recurso muy importante en este tipo de espacios. Cromáticamente se han trabajado las paredes en un color piedra y el mobiliario en color blanco. Pintar las paredes del dormitorio en colores neutros a la vez que desenfadados, facilita el juego con los tonos de los muebles y la ropa de cama.

Esta armonía contribuye a crear un aire divertido, y a la larga es una solución sencilla para cuando llegue el momento de renovar el aspecto del dormitorio por completo, sin necesidad de grandes obras y apelando al sentido de la flexibilidad que se comentaba anteriormente.

Los textiles constituyen asimismo una fuente de color inagotable, especialmente en cojines y cortina. Los cojines combinan con estampados en tonos claros a juego con la ropa de cama, y con el estor, que filtra la luz natural que entra del exterior. La iluminación naturaldebe ser aprovechada al máximo y la artificial debe combinar una iluminación general con luces más puntuales y móviles, dependiendo de si las niñas quieren leer o jugar, ver la televisión, etc.

Todo ha sido diseñado a medida para así poder optimizar al máximo el reducido espacio del que se disponía.