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Claves para no colapsar y disfrutar con los niños en vacaciones

Por Natacha Golabek*/ Télam | 15 Julio, 2016 - 13:34
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Psicóloga clínica entrega consejos sobre el desafío que significa para los padres implementar una agenda de actividades.

Suena la palabra vacaciones... y los padres colapsamos, entramos en trance y nos desesperamos pensando en todas las actividades que debemos implementar para ocupar el tiempo de ocio de nuestros hijos.
 
Lejos de preocuparnos por las actividades de nuestros pequeños o adolescentes, sería más sano pensar en qué tareas realizar con ellos ya que en época escolar no podemos acompañarlos como padres, ya que últimamente la agenda de los hijos es más amplia de responsabilidades escolares que la de uno mismo... ¿o no?
 
¿Qué piensa usted de una merienda en casa o al aire libre, un paseo por la plaza caminando o en bici, o una buena película, tal vez una visita a un lugar de interés, la lectura de un buen libro para discutir juntos sus páginas, o simplemente un momento de ocio real para todos? Eso también es constructivo.
 
¿Usted alguna vez pensó desde otra perspectiva lo productivo que puede ser para su hijo deseos no materialistas sino deseos en los que solo el tiempo y espacio pueden ayudar, al tener unos pocos días de más horas de sueño o recreación?
 
 
¿No sería mejor y menos tóxico implementar una hoja de ruta de actividades para que cuando lleguen estas fechas no nos sorprenda que de pronto no tenemos marcada ninguna actividad o tarea que realizar con los pequeños gigantes de la casa?
 
¿Tiene una vaga idea usted de lo que más recuerda un hijo en su vida adulta, alguna vez se lo preguntó a su niño interior?
 
Si cierra los ojos, se puede trasportar a ese momento mágico de tener a su madre casi 24 horas disponible para usted, cada día cada hora... ¿recuerda lo que hacía en sus vacaciones? Me imagino que una que otra responsabilidad diaria en la casa, amigos del barrio, paseos y simplemente disfrutar. Entonces podemos hacer lo mismo estas vacaciones con los nuestros.
 
Pensemos en otra hipótesis: trabajo y no puedo quedarme en casa con los niños. Casi todos lo hacemos, es casi anormal que suceda lo contrario. Tomemos una hoja y un lápiz, estamos a días de que comiencen las vacaciones de invierno y entre las miles de tareas de cada materia para presentar a la vuelta de los días de ocio en el colegio, hay una muy importante en casa: la organización. Todo aquello que queremos realizar lo debemos comprimir en las 48 horas de los fines de semana o a la salida del trabajo, a diario.
 
 
Pasar una buenas vacaciones no significa invertir más de lo que tenemos, viajar, comprar, sino es hacer, crear y que las cosas sucedan dejando un recuerdo imborrable en el alma y en la mente de nuestros pequeños gigantes. Esas cosas que no se compran ni son tangentes o materiales. Esas son las más importantes.
 
¿Y si volvemos a practicar deportes? ¿Y si corremos alcanzando a nuestros bebés para una guerra de almohadas o cosquillas? ¿Y si nos sentamos desparramados en el sofá de casa con una fuente repleta de pochoclo para ver la tele? ¿Y si nos acostamos en los brazos de mamá para confesarnos como antes lo hacíamos nosotros?
 
¿Qué hay de la cocina? Probamos crear un nuevo plato y si reutilizamos las palabras "¿me ayudas?", eso también nos puede unir. Plantar plantitas, regarlas, bañar al perro, ir al súper, eso también es un tiempo potable en familia y de vacaciones de invierno.
 
¿En qué momento dejamos de disfrutarnos como seres que amamos y que queremos a nuestra familia? Dejemos que las cosas valgan menos y los momentos valgan más. Que la hoja de ruta nos sirva de acá en adelante para mejorar y mejorarnos...como hijos, como padres y no sólo en las vacaciones.
 
Que todo lo que hagamos valga la pena... Felices vacaciones, pequeños gigantes de casa.
 
(*) Psicóloga clínica