Artículos

Cómo despertar al atleta que habita tu cuerpo

Por Cromos/ El Espectador | 14 Marzo, 2018 - 11:56
  • pexels-photo-260290.jpeg

La vida es demasiado corta como para dejar de probar una rutina deportiva. Trazarse objetivos pequeños y alcanzables es la clave.

Quizás la imagen que cada persona tiene de sí misma no es la de un ciudadano comprometido con su salud. Cualquier día y cualquier hora es el momento ideal para derribar los estigmas propios.

La actividad física es el complemento ideal de una dieta balanceada. De poco sirve hacer ejercicio si no se modifican los hábitos alimenticios. El primer cuarto de hora es el más difícil: después, uno entra en lo que llaman el “modo crucero”.

“Hay que iniciar con calma cualquier ejercicio. Los 15 minutos del principio son difíciles porque es una lucha entre la mente y el cuerpo. Hay una negociación en ese intervalo”, explica la maratonista Poli Martínez.

Para los que no tienen tiempo de salir de casa, en Internet hay entrenadores gratuitos, con los que podemos practicar en la sala de nuestra casa. Sus enseñanzas se encuentran en canales de Youtube.

Para los que intentan trotar, se recomienda partir de la base de que nadie nace con la rutina establecida. La regularidad es una conquista que se logra luego de días de repetición disciplinada y constante.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adultos de 18 a 64 años deberían acumular un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada.

“Una vez que ajustas tu ritmo, lo demás viene por sí solo”, sostiene el escritor Haruki Murakami en De qué hablo cuando hablo de correr, libro en el que deja algunos consejos: “Aun suponiendo que no logren correr en el tiempo que se han fijado, si al acabar sienten la satisfacción de haber hecho todo lo posible, si experimentan una reacción positiva que les vincule con la siguiente carrera, la sensación de haber descubierto algo grande, tal vez ello suponga ya un logro”.

Es útil resaltar, con marcador, en un calendario los días destinados al deporte. Al final de la semana, una vez realizada la suma, se podrán corregir o mejorar las metas.

Los resultados físicos se notarán a mediano plazo. Los mentales se obtienen de inmediato. El ejercicio combate el estrés y estimula la paciencia, la disciplina y la creatividad.