Cuando el guionista y productor Aaron Sorkin se reunió con Molly Bloom, la “princesa del póquer” que disputó partidas de elevadas apuestas con las celebridades de Hollywood, no esperó quedar impresionado.

“Creí que la persona con la que me iba a reunir era alguien que estaba sacando provecho de su roce con gente famosa, algo de lo que no soy un gran admirador”, dijo Sorkin. “Pero fui un estúpido, esa no era la persona que conocí (...) Ella es una mujer increíblemente fascinante”.

Sorkin, conocido por crear la serie dramática de televisión “The West Wing”, debuta como director con “Molly’s Game” -una adaptación del libro homónimo de Bloom.

El libro de Bloom narra las partidas de póquer que organizó desde 2002 a 2011, que atrajeron a celebridades como Tobey Maguire, Leonardo DiCaprio y Ben Affleck y la ayudaron a embolsarse 4 millones de dólares al año en su mejor momento.

Bloom, ahora de 39 años, fue acusada de dirigir un negocio de apuestas ilegales y fue condenada en 2014 a un año de libertad condicional y 200 horas de servicio comunitario.

Sorkin dijo que quedó impresionado porque Bloom se rehusó a dar los nombres y secretos de sus clientes más destacados que no figuraban en los documentos judiciales. “Creo que su personalidad tiene un impacto notable que, francamente, no creo que ninguno de nosotros anticipó. Ella es un icono feminista, pero es su propio estilo de feminismo”, afirmó.

Un accidente impidió que Bloom, interpretada por Jessica Chastain, clasificara al equipo olímpico de esquí de Estados Unidos en 1999. Ella se trasladó a Los Angeles, donde conoció a un hombre que dirigía partidas de póquer para celebridades con apuestas de altos montos.

Bloom asume la organización de los juegos privados, el rol del banco, la selección de jugadores, el entorno y mantiene a hombres poderosos bajo control con sus reglas. Pero su suerte se acaba y el FBI comienza a perseguirla, por lo que contrata a un abogado, caracterizado por Idris Elba.

“Tuve la sensación de que aquí hay una heroína cinematográfica única y que no es una película de póquer”, dijo Sorkin.