A medida que pasan los días, las sociedades en el mundo han ido adaptando la cuarentena preventiva por el coronavirus como una parte importante de sus rutinas. Por semanas se ha hablado de todos los factores que se han visto alterados por esto, como el trabajo, la economía o la salud física, pero poco se ha hablado de un tema que es igualmente importante: la vida de pareja.

En argentina ya surgió el primer análisis respecto a este tema, donde dos psicoanalistas indican que la vida sexual de las personas se ve afectada por la pandemia. Las factores son la ansiedad que genera el confinamiento voluntario y el miedo a los contagios.

“Hoy un paciente me preguntó si podía mantener relaciones sexuales con su pareja, con todo lo que significa esa pregunta dentro de un consultorio psicoanalítico. Pero hoy el contexto es otro y la pregunta pasa por una situación angustiante producto de algo externo que está padeciendo el mundo”, indicó la psicoanalista argentina Gabriela Goldstein a Clarín.

Andrés Rascovky, presidente de Asociación de Psicoanalistas Argentinos, tiene una idea similar: “el confinamiento obligado no invita a que se desarrollen relaciones sexuales plenas”.

“Hoy el sexo es un tema que no está en un primer plano. Qué paradoja, no, estamos aterrados y no se produce un clima que invite al amor. Creo que por la angustia reinante, se está produciendo una abstinencia generalizada”, argumentó al citado medio.

“La cuarentena obligada nos fuerza a estar más con el otro o la otra y esa situación casi que obliga a buscar más tiempo para compartir sexualmente. Pero insisto, si bien es una oportunidad que ofrece esta pandemia, la cabeza juega su partido aparte y a veces el erotismo no se hace presente”, agregó.

Pero esto no es sólo un tema que aproblemaría a parejas estables, ya que las personas que optan por relaciones más casuales se han visto obligadas a limitar cualquier contacto.

“No hay posibilidad de otro tipo de encuentro sexual, cuando se trata de no moverse de casa, por lo que la gente que estaba acostumbrada a las relaciones ocasionales, el poliamor o el intercambio de parejas, deberá atravesar los distintos momentos de ansiedad, estrés y tensión que provoca esta pandemia, apelando a la autosatisfacción o a Internet”, sostuvo Goldstein.

¿Un ambiente ideal para el sexo?

La escritora y terapeuta sexual Karen Uribarri indicó a BioBioChile que la ansiedad puede ser un factor que disminuya el deseo sexual en las personas, aunque también esto se puede tomar como una oportunidad para probar otros métodos para obtener placer.

“En materia sexual no me gusta generalizar, pero sí puedo agrupar en lo que frecuentemente ocurre. Hay algunos que, por las medidas de aislamiento y el miedo, experimentan sí o sí una disminución del deseo. Pero también hay otros que pese a vivir la misma situación, y por el aumento del tiempo entre comillas libre, ven incrementado su deseo sexual, recurriendo más a la masturbación, al sexo telefónico u online, al porno, etcétera”, explica Uribarri.

“Es importante comprender que el deseo erótico es complejo, cambiante y no siempre va de la mano del pensamiento racional. Este aislamiento social obligatorio es una buena oportunidad para trabajar habilidades comunicativas, escucha activa y lenguaje asertivo. Comprender que el otro no tiene por qué reaccionar igual que yo en estas situaciones y generar instancias en las que ambos puedan hablar -desde lo que a cada uno le ocurre- de sus emociones, de sus expectativas e incluso de sus miedos”, agregó.

Asimismo, la escritora sostuvo que por estos días el sexo podría ser algo no prioritario, lo que estaría relacionado con el exceso de información respecto a la pandemia y la incertidumbre respecto al futuro.

“En un contexto de miedo, encierro, estrecha convivencia y menor actividad o múltiple actividad; puede resultar difícil mantener relaciones amorosas sin ponerlas a prueba de vez en cuando. Y está bien a veces no estar tan bien. El contexto es apremiante, está claro. Pero tenemos que encontrar prácticas eróticas seguras para disfrutar de la sexualidad, ya que el disfrute nos ayudará a paliar la adversidad, la incertidumbre y entregarnos algo de relajo”, comenta.

“El aislamiento y la falta de sexo es un pack complicado para nuestra vida, ya que podrían hacer aumentar nuestro estrés y afectar el humor. Por ello es que si queremos que el deseo permanezca, debemos ponerlo en el lugar que se merece. Desconectarse un rato de tanta información y telefonía, y tomar el ocaso del día como la instancia para generar un espacio erótico con el otro”, añade Uribarri.

Por último, la terapeuta entregó algunos consejos para que las parejas que viven bajo el mismo techo logren sobrellevar estos meses que durará la cuarentena.

“Las personas que conviven con una pareja estable dependerán de en qué estado conyugal los encontró la cuarentena. Esto porque el aislamiento social y la tensión pueden hacer que los conflictos aumenten; o bien que ambos se refugien en el otro como mecanismo de regulación. Es importante recordar que el placer sexual mejora el funcionamiento del sistema inmunológico y mejora el ánimo por elevar los niveles de la hormona de la felicidad”, señaló.

“Ahora, en términos NO sexuales; creo que la organización del día a día, la paciencia y la gratitud serán las patas de la mesa para sostener relaciones en cuarentena. No forzarse a hacer cosas tan novedosas, porque creo es agregar carga a la situación. Si se desea hacerlo, bien; pero creo que la base será mantener la calma, sentirse contenido y escuchado y, sobre todo, mantener y potenciar el buen humor. En ese escenario, el sexo se dará solo, o al menos las caricias”, concluyó.