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Conmemoran los 50 años del estreno de El planeta de los simios

Por Excelsior | 8 Febrero, 2018 - 10:07
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Dirigida por Franklin Schaffner y pro­tagonizada por Charlton Hes­ton, buena parte del éxito de la película recayó en el artista John Chambers.

La muerte de César trajo el fin de la nueva era de El pla­neta de los simios, una saga que empezó hace 50 años con la adaptación de la histo­ria creada por el francés Pie­rre Boulle, quien planteó una ficción en la que la evolución jugó a favor de los primates y no de la raza humana.

La primera cinta, a cargo de Franklin Schaffner y pro­tagonizada por Charlton Hes­ton como George Taylor, fue muy arriesgada al plantear un tema futurista, pero maravilló a la sociedad de finales de los 60 —se estrenó el 8 de febre­ro de 1968 en Nueva York— gracias a la creación de los hombres mono con base en el maquillaje y el nivel de realis­mo de aquella época.

Y tuvo al mejor maquillis­ta del momento: John Cham­bers, el hombre que creó las orejas del Sr. Spock, el entra­ñable líder vulcano de la saga de Star Trek.

Creó máscaras de vida, así las llamó, accesorios que re­saltaran las facciones de un ser humano con ayuda del maquillaje, de manera que se viera natural. Así que creyó que para replicar a un hombre simio los rasgos orientales se­rían ideales y de tal forma ob­tuvo un presupuesto de un millón de dólares.

“Nuestro concepto original consistía en modificar arrugas simiescas para que no pare­cieran demasiado grotescas y nos distrajeran de la histo­ria. Tuvimos que revisar si el tiro de la cámara era bueno o no para el maquillaje y hubo muy pocos errores, porque yo estaba en los sets diariamen­te”, contó el fallecido artista a la revista especializada Cinefantastique en 1972.

Chambers detalló que re­quería de seis horas para la caracterización; sin embargo, él y su equipo se las arregla­ron para acabar cada asigna­ción en tres horas, ayudar a los actores a comer, tomar en popotes y hasta satisfacer las necesidades de nicotina del actor James Whitmore, el pre­sidente de la asamblea.

El trabajo fue muy adelan­tado a su época, incluso el au­tor de la novela se pronunció un poco en contra de la cinta. Creía que iba a ser un produc­to indirectamente hilarante, pero no previó que estaría a cargo un artista como Cham­bers, condecorado con una medalla al mérito por la CIA por su trabajo en el diseño de trajes para la evasión de Irán en 1980.

La primera parte de la saga recaudó más de 32 millones de dólares, teniendo sólo un presupuesto de casi seis, de acuerdo con el sitio Box Office Mojo. Por supuesto, se realizó una secuela. Algo con lo que Boulle no estuvo de acuerdo, pero dejó que las cosas toma­ran su curso, de acuerdo con el especial.

Así le continuaron las se­cuelas Bajo el pla­neta de los simios (1970), Escape del planeta de los si­mios (1971), Con­quista del planeta de los simios (1972) y Batalla por el pla­neta de los simios (1973) conformaron la primera etapa de la historia.

El resto de los filmes no tuvieron el mismo impacto que la primera cinta. La taquilla no fue tan fuerte, pero siempre destacó el tra­bajo de Chambers como di­señador en jefe y maquillista de toda la saga.

La pobre recaudación de dinero de la quinta película provocó que ya nadie se ani­mara a seguir alargando la primitiva historia, hasta el año 2001 cuando Tim Burton creó su propio universo y la revi­vió 38 años después con Mark Wahlberg como protagonista.

Uno de los toques de Bur­ton, bien conocido por ser un artista y diseñador particular, fue preservar el maquilla­je prostético que caracterizó a sus predecesoras, pues Fox insistió en el uso de la compu­tadora para crear a los perso­najes. Él se rehusó y contrató a Rick Baker para construir a los personajes con maquilla­je, pelucas naturales y pintura como sus predecesoras.

“Hice King Kong, de Dino De Laurentiis, de 1976, y siempre me decepcionó por no ser tan realista como que­ría, con los simios eso es algo bueno para compensarlo”, contó en una entrevista para Entertainment Weekly.

Pese a que su recauda­ción superó su presupuesto de 100 millones: más de 362 mdd a escala mundial, Burton no continuó con su universo porque la crítica y la audiencia quedaron insatisfechos con la historia y todo mundo halagó más el trabajo de Baker que el de Burton como director.

Fue hasta 2011 cuando la historia de César, el nuevo lí­der de los primates interpre­tado por Andy Serkis, redimió la historia con una trilogía no­vedosa, en la que el humano se ve ame­nazado por la evo­lución del mono, provocando una guerra que pone en jaque a ambas razas.

Rupert Wyatt es­tuvo a cargo de El Planeta de los si­mios (R)Evolución, después Matt Re­eves cerró la tercera etapa con El Planeta de los simios: Confrontación (2014) y El pla­neta de los simios: La Gue­rra (2017). Para esta trilogía se acabaron los trajes. Se dejó todo en manos de la tecnolo­gía con trajes generadores de movimiento.

La apariencia, los movi­mientos y los gestos de los monos fueron producidos to­talmente por computadora, acabando con el rasgo famo­so de las películas originales.

“Cuando era un niño que­ría ser un simio gracias al magnífico trabajo de John Chambers”, dijo al Huffington Post Reeves, el cineasta a car­go de las últimas dos películas que recaudaron más de 710 y 490 millones de dólares, res­pectivamente, en su tiempo en cartelera.