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Costa Rica, edén de diversión

Por Esteban Dávila Náder/ El Espectador | 10 Abril, 2017 - 09:25
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El país centroamericano es uno de los más verdes del mundo. En selvas, playas y volcanes se ha implementado una divertida oferta de planes de aventura en los que la observación de animales y los deportes extremos son protagonistas.

Los años en los que los parques de Disney y Universal en Orlando, Florida, eran las mejores alternativas para vacacional con niños quedaron atrás. Aunque la oferta de estos dos gigantes del entretenimiento sigue más que vigente, hoy la tendencia es visitar lugares en los que las maravillas de la naturaleza son tan o más divertidos que una atracción mecánica. Si a la mezcla se le agrega algo de deporte y aventura, mejor.
 
Esta posibilidad es justamente la que ofrece Costa Rica, un país centroamericano que ha venido convirtiéndose en uno de los destinos favoritos de los papás. Volcanes, parques naturales, playas y el hecho de ser la nación más sostenible y alegre del mundo, según el Foro Económico Mundial, contribuyen a afianzar esa idea.
 
El avión aterriza en San José, la capital. Una ciudad casi tan cafetera como Colombia. Construida con las ganancias del comercio del café, es una urbe rica en oferta cultural. Museos como el del oro y el del jade sorprenden con finas piezas de orfebrería, mientras que el de los niños, que solía ser la Penitenciaría Central del país, cuenta con 40 salas interactivas en las que se abordan temáticas tan diversas como la arqueología, el cuerpo humano, los animales o la televisión. Cada año, más de 300 mil viajeros los disfrutan. Otro escenario que vale la pena visitar es el Zoológico Simón Bolívar, que funciona como jardín botánico y refugio para especies en vía de extinción.
 
 
Después de darle ese vistazo a San José de Costa Rica comienza la aventura. Afuera esperan dos océanos, 34 reservas naturales y más de 300 volcanes. Un buen lugar para iniciar la travesía es el Parque Nacional Tortugueros, famoso por su belleza y por ser una de las locaciones más importantes para el desove de tortugas verdes, entre julio y septiembre. Para presenciar este milagro de la vida hay que esperar hasta la noche y navegar por la red de canales que atraviesan el bosque, uno de los más húmedos del país.
 
Mientras pasa el tiempo se puede aprovechar para observar especies como jaguares, tucanes, manatíes y otras tortugas como la baula, la carey y la caguama. Kayak y senderismo junto a la playa son otras de las actividades para realizar en la reserva. Si desea quedarse varios días reserve en hoteles como Tortuga Lodge & Gardens, a medio camino entre el parque y el pueblo, del mismo nombre.
 
Las playas que le dan su nombre a Costa Rica son otro programa cargado de diversión. Cerca de Tortugueros se encuentra Cahuita, un impresionante parque nacional en el que una delgada línea de arena blanca, cercada a un lado por el océano turquesa y al otro por bosques color esmeralda, convierten a este paraje poco visitado en el destino soñado para descansar. Playa Blanca, Manzanillo y Punta Uva son los puntos preferidos por los visitantes para hacer snorkeling y surfear. En tierra las actividades más demandadas son el recorrido por el pueblo indígena, que vive del cacao, los paseos a caballo y el rafting.
 
Ahora solo falta conocer el último de los tres atractivos naturales del país: el volcán Arenal. El más visitado de los 371 volcanes con los que conviven los costarricenses, algunos activos, otros dormidos y la gran mayoría extintos. La visita a este monte, ubicado a medio camino entre el Atlántico y el Pacífico, y que también le da su nombre a un parque nacional, arranca desde el pueblo de la Fortuna, el único que ha sobrevivido a las terribles explosiones de lava de los últimos años.
 
Caminatas por lugares donde alguna vez fluyó la lava de este gigante llevan a cascadas, nidos de colibríes, sapos y monos araña, varias líneas de canopy y rafting e, incluso, a aguas termales que aprovechan la energía que se esconde cerca de sus faldas.
 
 
Finalmente, no hay que dejar el país más verde de América sin llegar al Pacífico, donde se encuentran las playas más concurridas. La Espadilla y las Gemelas aguardan dentro del Parque Nacional Manuel Antonio, el favorito de los turistas por su cercanía a San José y porque abundan los mapaches, osos perezosos, manglares y corales. Y si se busca una experiencia diferente por qué no subir hasta Guanacaste, en la gran península que sobresale al norte. Un escenario mágico en el que el conchal, el tamarindo, la avellana, nosara y samara, rinconcitos donde la arena es dorada y el agua transparente, prometen recargar las energías después de una vacaciones llenas de deporte y naturaleza.
 
Recomendaciones:
 
- Para entrar a Costa Rica es obligatorio tener visa estadounidense, canadiense, de la Unión Europea o del propio país.
 
- 20% del país está cubierto por áreas protegidas y parques nacionales. Dos de ellos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
 
- Por ser una nación que en su mayoría es selva es obligatorio aplicarse la vacuna contra la fiebre amarilla.
 
- En el país tico también hay lugar para los deportes extremos. Vale la pena visitar el Hotel Vista Golfo y su Adventure Park, cerca de Puntarenas. Tiene un circuito de canopy sobre once cascadas, pistas de obstáculos en altura y cabalgatas por la selva.