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Cuatro tips para tener en cuenta al tatuarte o perforarte la piel

Por Cromos/ El Espectador | 7 Mayo, 2018 - 10:51
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Expertos comparten recomendaciones que debes seguir si quieres lucir un dibujo o un arete con total seguridad.

Entender por qué una persona se tatúa cierta imagen o se perfora una parte de su cuerpo es difícil de asimilar para quienes se han mantenido alejados de las tendencias del body art. Sin embargo, el número de personas que acuden a un estudio para decorar alguna parte de su cuerpo es cada vez mayor.

«La gente hoy en día se tatúa por la motivación artística que esto trae. Ya se ha dejado de lado la rebeldía, moda o despecho que los motivaban antes», asegura Diego Andrés Martínez, tatuador de Graphic Tattoo.

Para Richard Duque, experto en perforaciones de Gotink, explica que «son motivadas, en la mayoría de los casos, tanto en hombres como en mujeres, por vanidad, por ese deseo del ser humano de siempre lucir mejor».

Los jóvenes, en definitiva, son quienes más acuden a estas tendencias, pues el rango de edad más popular en los estudios está entre los 18 y los 25 años. «Es muy curioso cuando llega una pareja para tatuar sus nombres, pero causa más gracia todavía cuando al mes siguiente regresan, cada uno por su lado, para tapar lo que se hicieron; por eso se recomienda que la motivación sea completamente personal», expresa con gracia el tatuador.

Pese a la maravilla e intriga que esto causa en muchos, «hay que tomarse el tiempo y pensar con cabeza fría lo que vamos a hacer, puesto que, aunque los piercing se pueden retirar, no es bueno arrepentirse de haberlo hecho», declara el perforador.

El temor más grande

Pese a las ganas infinitas que muchas personas han sentido de perforar o tatuar su cuerpo, el dolor físico que esto causa, en muchos casos, detiene esos deseos. «¡Claro que duele un poco! Sería ilógico negarlo, pero sí es cierto que hay unas zonas menos sensibles que otras», acordaron los expertos.

Por el lado de los tatuajes, las zonas más aptas para los temerosos son los brazos, la espalda y las piernas; contrario a eso, el empeine del pie y las costillas ocupan las posiciones más dolorosas. «En esas zonas duele más porque las agujas tienden a rosar con los huesos, sobre todo en las personas flacas».

Con respecto a los piercing, los cartílagos de las orejas y la nariz son las áreas más gruesas del cuerpo, y por eso duele más. Por el contrario, «el ombligo y la lengua son perforaciones fáciles, cero dolorosas».

Pasos a seguir antes tatuarse o perforarse

En la mayoría de los casos, el body art tiene un significado importante para quienes lo hacen. Por ello, y en pro de no arruinarlo, es indispensable seguir las siguientes recomendaciones:

1. Elige muy bien el estudio: conocer la acreditación del lugar, así como los trabajos anteriores del profesional (tatuador o perforador). Estas son variables que hay que despejar antes de decir «sí». Es recomendable asistir a un lugar del cual se escuchen comentarios positivos y donde el encargado genere un alto grado de confianza. «A mí me pasa que, como no tengo tatuajes visibles, la gente no cree que yo tatué. Por eso los invito siempre a ver lo que ya he hecho para ratificar la excelencia de mi trabajo», confiesa Diego.

2. Normas de salubridad: a la hora de tatuar o perforar, la higiene desempeña un papel fundamental. Es indispensable el constante lavado de manos y el uso de guantes (en el caso de los tatuajes, cambiar estos con frecuencia). Los materiales y recipientes deben estar cubiertos con papel film (también conocido como vinipel), las agujas deben ser desechables, se debe verificar su fecha de vencimiento y deben ser abiertas y posteriormente desechadas en presencia de la persona tatuada o perforada. Los restos de tinta, en el caso de los tatuajes, jamás deberán ser regresados a sus botes originales; todo lo que sobre debe ir a un bote de basura apto para residuos peligrosos.

3. Protege tu cuerpo: antes de practicar algún tipo de body art no se debe ingerir licor, tomar drogas o fumar, pues estas sustancias evitan la buena coagulación de la sangre y obstaculizan el trabajo de los glóbulos blancos, por lo que las heridas no sanan correctamente y aparece el riesgo de infección. «Comer saludablemente, dormir bien y no ingerir medicamentos (especialmente analgésicos)» son otras de las recomendaciones de los expertos.

4. Cuidados posteriores: el sol es el principal enemigo de tu nueva pieza de body art, por lo que es indispensable protegerla de él. «Los rayos ultravioleta tienden a degradar los pigmentos cuando están frescos, lo que puede causar la decoloración del tatuaje o hasta una infección». Piscinas, ríos, jacuzzis o el mar, así como el agua caliente, tampoco son recomendables.

Por último, recuerda que los profesionales de las perforaciones y los tatuajes no son médicos, por lo que, si tu nuevo tatuaje o piercing tiene un aspecto rojizo, se torna caliente y no sana como debería, debes acudir de inmediato al médico.