Fotografías: Miguel Candia. Cuando Amelia Toro sonríe, sus ojos también lo hacen. Cuando la diseñadora colombiana regala una sonrisa transmite calidez y delicadeza. Lo mismo cuando mueve sus manos o camina de un lado para otro sobre sus zapatos negros de tacón bajo con aplicacines doradas que emulan bigotes y ojos de gato.

Esta mujer enfocada desde hace unos 20 años en la industria de la moda y el lujo, viste un negro riguroso, que contrasta con la blancura de su piel. Su atuendo es sobrio, dado que para esta profesional de la moda el exceso y la elegancia no son compatibles.

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Pero este suave andar, también refleja fuerza y determinación, características que se aprecian en sus diversos diseños y colecciones, donde el negro juega un rol fundamental, siendo un rescoldo importante de su paso por New York, dado que estudió diseño de moda en el Rhode Island School of Design, logrando una especialización en Parsons School of Design.

La casa de modas Amelia Toro se ha posicionado alrededor del mundo, con boutiques en Colombia, Canadá, Suiza, Japón, Dubai, Estados Unidos, México y, recientemente, en Chile.

Esta diseñadora tuvo que mirar por muchos años hacia afuera de América Latina para poder dar a conocer sus creaciones. Hoy la región juega cada vez un papel más preponderante dentro de sus planes, esos proyectos donde además de la estética, lo social y las raíces latinoamericanas juegan un rol fundamental. 

- ¿De qué se trata esta última colección y cuál fue su inspiración?

- Para mi la influencia en todas mis colecciones tiene que ver mucho con el arte, la danza y también una de mis musas de toda la vida: Audrey Hepburn. La danza porque fui bailarina de ballet y flamenco y todavía me encanta bailar. Además tengo una bisabuela cubana, entonces también está el son cubano. Toda mi ropa tiene mucho movimiento, eso siempre está. Mi educación toda fue en New York, por lo tanto el negro y el blanco son muy importante en todas mis colecciones. El arte en todo lo que sea la estructura, el tipo de telas que utilizo, etc.

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- Además de todos estos factores estéticos, dentro de sus diferentes colecciones hay un gran trasfondo social.

- Sí, para mi eso es sumamente importante. Hoy en día la moda también puede ser muy superficial, pero nosotros hemos querido crear una empresa de lujo mezclado con todo el tema social, donde nosotros podamos aportar algo a la sociedad.

Es muy importante para mi, especialmente, el tema de la educación, porque el futuro de nuestros países está en la educación. y ahí viene todo lo que son padres y madres que son cabeza de hogar y si ellos tienen una vida más digna, más estabilidad económica, el sentido que a ellos le da el poder construir algo de principio a fin para mi es muy importante, porque al final se transmite a través de sus hijos y ese es nuestro futuro. Eso es fundamental en nuestra empresa y en nuestra misión de la casa de modas.

Otro tema es el de la transformación de la industria, de construir la prenda completa y no por piezas, ese es un tema para mi muy importante que hace que una prenda de Amelia Toro sea distinta a otras. Hay corazón puesto en cada prenda, porque es de la persona, su energía, todo eso está ahí. Además nosotros compartimos la etiqueta, es decir, ellos firman: cada prenda viene con el nombre de la persona que la hace y eso le da un valor agregado y da dignidad. Eso es muy distinto a solo hacer una parte de algo.

- Sumado a lo anterior, la casa de modas se enfoca bastante en las madres solteras al momento de contratar a el personal. 

- Sí, en las madres y padres solteros, porque hoy en día hay muchos hombres que las mujeres los dejan. Hay papás y mamás solitos en todos nuestros países y tienen una vida difícil y dura. Si estamos en Tokio, estamos todos en Tokio: ellos, yo, la marca, todos. Sin embargo, todo está confeccionado en Colombia, la fábrica está allá y nosotros exportamos alrededor del mundo.

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- Dentro de este discurso, donde lo social es importante, también está el rescatar y el recordar las raíces latinoamericanas, lo que se aprecia en diversas colecciones, pero además el trabajo con algunos indígenas.

- Me encanta, porque es de donde vienen nuestras raíces. Digo que mis raíces son nuestra cultura indígena pero mis alas son New York. Entonces, para mi siempre ha sido muy importante, porque mi educación fue siempre afuera por eso para mi es tan importante la parte indígena porque es lo que yo me llevaba conmigo. De ahí viene todo ese trabajo con ellos, que son tres grupos distintos: los wayú, los putumayo y los kuna, que son en distintas zonas. Ahora vamos a empezar en México.

Chile es New York

- ¿Por qué decidió abrir la segunda boutique de sudamérica en Chile, siendo que en la región habrían otros escenarios más relevantes a nivel de moda donde aún no se han posicionado?

- Porque llevo muchos años vendiendo en Chile, paré durante el último tiempo y ahora retomamos. Creo que Chile es muy importante para nuestra marca, porque Chile es New York, porque Chile es para nosotros San Francisco, Londres, Suiza, es muy similar en el sentido que hay estaciones, porque hay muchos sitios en latinoamérica donde no hay estaciones. Nosotros somos una marca de estaciones, en busca de una mujer como la mujer chilena.

- ¿Cuáles son los planes de expansión que tienen en América Latina?

- Tenemos planes secretos, pero hay planes para ampliar pero hay algunos países que pensamos que son interesantes. Para mi Panamá es muy importante porque siempre tenía nuestras colecciones allá, aunque es permanentemente primavera-verano. Brasil también es interesante.

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- Siendo que tiene un discurso tan local con respecto a los diseños y su confección ¿por qué salir de América Latina y tener la mayoría de las tiendas fuera de la región?

- Por el tema de la marca, es una marca de lujo. Ahora hay un crecimiento importante, una estabilidad económica en la región: Chile; Brasil; Colombia, tiene un resurgimiento económico importante, la estabilidad de los últimos años, la violencia se ha ido acabando y fue difícil; México es un país maravilloso.

- Ahora con una mirada regional ¿cuáles son las pasarelas más atractivas y cómo es mirada de la industria de la moda y el lujo?

- Creo que hay un crecimiento, siempre lo ha habido, mundialmente hay un crecimiento en las marcas de lujos y por qué no una marca de lujo latinoamericana.

- ¿Qué tantos escollos se tuvieron que superar para lograr ese sitial?

- Fue muy difícil. Son 20 años de trabajo para poder estar acá sentada en esta entrevista. Mucho prejuicio por venir de afuera. Pero hoy tengo el orgullo de decir que la modelo internacional que estaba acá, está en New York, yo también, ella es chilena y yo soy colombiana, hay que unirnos para potenciarnos.