A base de una investigación realizada con 2.300 personas adultas, científicos de la Queen’s University (Ontario, Canadá) determinaron que la calidad de los ejericios no está dada en la frecuencia, sino que en el cumplimiento con una duración establecida, la que puede distribuirse de acuerdo de manera gradual.

Se ha establecido médicamente que un mínimo de tiempo de ejercicios que debe cumplir una persona saludable son 150 minutos a la semana. La forma en que se cumpla ese tiempo queda a elección de cada uno.

La noticia es perfecta para quienes desarrollan actividades físicas sólo los fines de semana.

El estudio universitario, publicado en la revista especializada "Applied Physiology, Nutrition and Metabolism", analizó los hábitos de personas que efectuaban ejercicios, buscando determinar si la frecuencia con que se realizaban tenía injerencia en el riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades cardiacas y/o un accidente cerebrovascular.

De acuerdo a la cantidad y frecuencia con la que hacían ejercicios se los clasificó como "frecuentemente activos" (de cinco a siete días a la semana) o "infrecuentemente activos" (de uno a cuatro días a la semana).

Los investigadores encontraron que las personas que hacían 150 minutos de ejercicio en unos pocos días durante la semana no estaban menos sanas que las que se ejercitaban más a menudo.

El hallazgo permite subrayar que lo importante es alcanzar al menos 150 minutos de actividad física en la semana, no importando si se cumplen todos juntos en algún momento libre o dividirlos de a 20 ó 25 minutos por día.

Si bien hay estudios que buscan detectar si existe un momento más indicado para hacer ejercicio, lo cierto que lo realmente importante es no dejar hacer alguna actividad física. Un lapso pequeño que se encuentre para practicar algún ejercicio preferido, alguna rutina aprendida, es mejor que no hacer nada.

De hecho, la mantención de una rutina de ejercicios ofrece varios beneficios a la salud física, sino que también ayuda a reducir el estrés y la ansiedad que causan las complicaciones de la vida cotidiana.

Las opciones son amplias: desde el gimnasio varias veces por semana o convertir una sencilla caminata en una sesión de ejercicios. Hasta hacer jardinería los fines de semana puede ser saludable. Claro que depende de la edad y el estado físico y de salud en general.