El primer lienzo de Gastón Castagnet –uruguayo radicado en Australia, artista visual, veintipocos–  fueron los márgenes de las cuadernolas que usaba en el liceo para tomar apuntes. Durante las  clases más aburridas se distraía y terminaba sumergido en dibujos de tapas de discos y personajes ficticios que diseñaba para combatir el tedio. Su estilo siempre estuvo inspirado en los artistas callejeros. “La calle es una incubadora de estilos”, dice.

Luego de probar sin demasiada suerte en la universidad y en algunos rubros laborales, se fue a vivir a Australia. Allí perfeccionó su caligrafía y encontró la plataforma que siempre necesitó para difundir su trabajo: Instagram. Conocido como The Painter, Castagnet comenzó a compartir diseños originales de sus letras y lo contactaron de diferentes lugares para dar talleres y cursos. Estuvo en San Pablo y Montevideo y en 2019 visitará California. Hoy cosecha más de 10 mil seguidores, que dice son su termómetro inmediato de lo que funciona de su arte y lo que no. “Es una red social que soporta los nichos y eso es un beneficio para artistas como yo”, explica. 

Sus colores predilectos son el amarillo y el negro, porque es de Peñarol. Y además: “Es el mayor contraste cromático que podés lograr en una letra.”