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El efecto “Mujer Maravilla” más allá del éxito de taquilla

Por Télam | 14 Agosto, 2017 - 11:26
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Considerada "más allá de lo cool" por la revista New York, la armadura metalizada de la heroína es responsabilidad de los diseñadores londinenses Paddy Whitaker y Keir Malem.

El éxito de la película "Wonder Woman", la más taquillera del año tras La Bella y la Bestia, no es solo para los productores sino también “Whitaker& Malem”, los diseñadores londinenses de las armaduras de cuero metalizado de la súper heroína y sus compañeras metalizadas.
 
Es que la película los devolvió a la vidriera en la que supieron estar alguna vez aunque con más fuerza: ahora son la marca británica más renombrada de la temporada.
 
"Wonder Woman es ahora nuestra tarjeta de presentación", dijo Keir Malem, sentado junto a su compañero, Paddy Whitaker, en la planta baja de su casa-taller en el East London, relata Melanie Abrams, quien los entrevistó para The New York Times
 
Las paredes del taller están tapizadas con los recuerdos de sus viajes, mezclados con obras del maestro italiano contemporáneo Lucio Fontana y un torso en 3D de los 70 del artista pop británico Allen Jones.
 
Ambos, de 52 años, acaban de regresar de Australia, donde estuvieron cinco meses dedicados a confeccionar la armadura de cuero de "Aquaman", filme cuyo estreno está previsto para diciembre de 2018.
 
El lugar en el que conceden la entrevista es justamente en el que nació  la armadura de "Wonder Woman",  encargada por Lindy Hemming, diseñadora de vestuario de la película.
 
Torsos equipados con corsés de cuero cubren todo el taller, mientras que en la parte trasera hay una máquina de coser Singer de los 50, comprada en el Chapel Market del Norte de Londres por 60 libras en 1988.
 
 
Considerada "más allá de lo cool" por la revista New York, la armadura de la Mujer Maravilla se ha convertido en una estrella en sí misma.
 
"Nos permitieron ajustarla al cuerpo, hacerla sexy, lo que es inusual, ya que una gran parte de armadura es enorme", dijo Malem.
 
Después, el estilista de Rihanna, Mel Ottenberg, pidió prestado un corsé de musgo verde para iniciar la colaboración de la estrella con la joyería Chopard en el Festival de Cannes de este año.
 
De hecho, la diseñadora de vestuario Sandy Powell, conocida por películas como "Shakespeare in Love" y "Mary Poppins Returns", pidió a “Whitaker Malem” que diseñara una armadura para su última película, "The Favorite", que finalmente no pudieron hacer ya que estaban trabajando a pleno para Aquaman.
 
Y la revista French Double presentó a la modelo y actriz Joan Severance, enfundada en uno de los corsés negros moldeados con Allen Jones, en su edición de primavera-verano, lo que marcó cuánto habían pegado las  armaduras.  
 
Incluso Donatella Versace improvisó el look de Wonder Woman en su colección de alta costura, con un corsé de malla entera elaborado con casi 8.000 lentejuelas y un minivestido de cuero dorado.
 
Aunque más conocido hoy por su trabajo cinematográfico, que ha incluido la chaqueta de cuero roja de Luke Evans en "La Bella y la Bestia" de este año, así como en el traje de Batman de 2008,
 
“Whitaker Malem” nació en Londres en 1988 dos años y su especialidad era el cuero.
 
Los diseñadores fundaron la casa dos años después de conocerse en una fiesta en Londres, mientras Whitaker estaba estudiando diseño de moda en Central Saint Martins y Malem actuaba en el Tricycle Theatre de Kilburn tras abandonar un curso de peluquería en el London College of Fashion.
 
 
Tras haber presentado sus primeras dos colecciones y pese a haber vestido a la entonces cantante Paula Abdul y a Cher, les costaba llegar a fin de mes por lo comenzaron a colaborar con otros diseñadores.
 
Fue así que hicieron un vestido de cuero dorado para la colección  primavera-verano de 1997 de Givenchy de Alexander McQueen y un corsé de cuero de águila para Tommy Hilfiger en la Primavera-Verano de 2000.
 
Mirando hacia atrás, dijo Whitaker reconoce que el mayor error que cometieron en el mundo de la moda fue haberse negado a prestarle uno de sus diseños a la célebre estilista y productora Isabella Blow.
 
"Tal vez, si lo hubiéramos dado, las cosas podrían haber sido diferentes", recapacita mientras sostiene un álbum de fotos.    
 
Sin embargo, fue un aprendizaje que les ayudó a abrazar esta flamante fama con la Mujer Maravilla.
 
Ahora la dupla Malem y Whitaker están concentrados en sus obras de   arte plástica, financiadas por las ganancias de la película, en la que se destacan cuerpos masculinos y femeninos diseñados en cuero y engarzados en una escultura de pared.
 
"Esperamos que las personas que piensen que estas cosas de Mujer Maravilla son geniales quieran tenerlo en sus paredes cuando lo vendamos", dijo Whitaker, quien confía que habrá heroína para rato.