Fue en 1877. En Sudáfrica más específicamente. Así empieza la historia de un diamante que hoy no tiene precio, porque no está a la venta. En 1972, sin embargo, se promocionó en The New York Times por la módica suma de 5 millones de dólares. Para los fanáticos de la conversión: 30 millones de dólares de hoy.                                                                                                                             

El diamante, propiedad de la prestigiosa firma de lujo Tiffany & Co., nunca había tenido una participación estelar en la alfombra roja. Aunque sí tuvo un momento célebre cuando en Audrey Hepburn pidió permiso para usar la piedra para las fotografías que promocionaban su película Desayuno con diamantes en 1961. A la pieza la acompañó un impresionante collar confeccionado por Jean Schlumberger.   

El diamante que tiene nombre (Tiffany Yellow Diamond) se mantiene en exhibición —bajo llave, por supuesto— en la mítica tienda de la firma en la Quinta Avenida de Nueva York. Para el aniversario número 125 de Tiffany la piedra fue acompañada por un nuevo collar de diamantes blancos.

Es, según muchas publicaciones especializadas, una de las joyas más famosas del mundo. ¿Quién podía darse el lujo de lucirla en una alfombra roja? La mujer del momento. Lady Gaga quiso rendir homenaje a la esencia más sofisticada de Hollywood y apareció enfundada en un Alexander McQueen, con un peinado muy al estilo Hepburn y con el imponente diamante colgado del cuello.  

Foto: Instagram Lady Gaga.