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El largo camino para el despertar del cine guatemalteco

Por Prensa Libre | 7 Febrero, 2016 - 10:26
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Fue el "Silencio de Neto", de Luis Argueta, en 1994, e "Ixcán", de Enrique Goldman, 1998, las ficciones que dieron la pauta a esa nueva etapa de la cinematografía.

La producción cinematográfica guatemalteca ha ido en aumento y un promedio de cinco películas de este país se estrenan al año desde el 2003, cuando comienza un nuevo movimiento fílmico con el fin del conflicto armado interno.

En el 2015 llegaron a cartelera las ficciones "Ixcanul", "Hunting Party", "Ovnis en Zacapa", "El Señor de Esquipulas", "Maquillaje" y "Grano de Lágrimas", entre las cuales se eligió a la cinta que representaría a Guatemala en la carrera por el premio Óscar a mejor película extranjera.   

Este año, según Elías Jiménez, de la Unidad de Cine del Ministerio de Cultura y Deportes, se prevé el estreno de otros cinco largometrajes y el primero será "Welcome to My World", de Rafael Tres, en los próximos días.  

“Esto demuestra que hay un movimiento sostenible”, refirió Jiménez,  quien fue parte de esa camada de realizadores que vieron posible el sueño de hacer cine en la Guatemala de la posguerra.

Fue el "Silencio de Neto", de Luis Argueta, en 1994, e "Ixcán", de Enrique Goldman, 1998, las ficciones que dieron la pauta a esa nueva etapa de la cinematografía, que llegó cinco años después con el estreno de "Donde acaban los caminos" (Carlos García Agraz), "La casa de enfrente" (Elías Jiménez) y "Lo que soñó Sebastián" (Rodrigo Rey Rosa).

Desde ese momento, la producción no ha parado. “Surge un cine independiente, muchas veces con escaso presupuesto. Hay mucha denuncia social, pero  los nuevos cineastas también se abren a otros géneros: drama, comedia e incluso terror”, refirió Wálter Figueroa, director de la Cinemateca Enrique Torres, de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Jiménez comenta que hay años que registran un repunte en la cartelera, como el 2010, cuando se estrenaron 13 películas. Aunque, en el 2011 solo se produjo una. “Ha habido picos altos y caídas también, pero en promedio estamos haciendo cinco cintas anuales en el país”, refirió el realizador.

Al igual que crece la propuesta en el celuloide, la gente se acerca cada vez más a las salas de cine.