En un mundo en el que abundan las dietas sumamente restrictivas y pastillas para adelgazar, puede ser algo fácil olvidar un concepto sumamente cotidiano para disminuir las calorías: control en las porciones.

 

De hecho, una reciente investigación determinó que es más importante prestar atención en cuánto comes en vez de fijarte en qué es lo que consumes.

 

Científicos de la prestigiosa Cambridge University en el Reino Unido descubrieron que tan sólo disminuyendo la porción que nos servimos puede ayudar a consumir 527 menos calorías diarias, lo que se traducirá en una pérdida de unos 450 gramos a la semana.

 

Los investigadores analizaron las cifras de más de 60 estudios relacionados a la alimentación, y detectaron que un aumento en la porción nos llevará a comer más, independiente del género, nivel de hambre o si la persona es delgada o no.

 

Particularmente, descubrieron que las porciones extra grandes pueden tener más de 500 calorías en cada plato, lo que sólo ayudará a que cada vez subamos más de peso.

 

 

“El mensaje es que reducir la cantidad de comida que nos servimos en el primer plato es la llave (para perder peso)”, sostuvo Gareth Holland, PhD investigador asociado de la Cambridge University School of Clinical Medicine y coautor del paper.

 

Los especialistas advierten eso sí que controlar el primer y único paso en este truco -la cantidad de porción para comer menos- puede resultar sumamente complicado para algunas personas, por lo que cabe hacerse la pregunta: ¿cómo lograrlo?

 

Aunque no lo creas, existen formas para engañar al cerebro y así evitar comer más de lo necesario. El sitio Yahoo Mujer elaboró un listado con algunas “ingeniosas” formas pasar traicionar a tu mente y así comer sólo a horas indicadas y porciones adecuadas.

 

-Esperar 20 minutos: Si tienes unas enormes ganas de comer algo entre horas, como un dulce, intenta esperar 20 minutos antes de llevártelo a la boca. Así provocarás que esta ansiedad por comer puede haber desaparecido.

 

-Comer despacio: En una investigación publicada en el Journal of the American Dietetic Association, se detectó que las mujeres que comieron sus alimentos de forma pausada, ingirieron menos calorías y tomaron mucho más agua. Esto podría ayudar a sentirse saciado y así no comer de más.