Atrás quedaron esos tiempos donde ganar un Giro de Italia era una utopía, donde las grandes hazañas de Martín Emilio ‘Cochise’ Rodríguez, Lucho Herrera, Fabio Parra, eran los mejores recuerdos de los colombianos en el deporte pedal.

Todo eso gracias a lo realizado por Nairo Quintana, Rigoberto Urán y Julián Arredondo que se encargaron de escribir la página más gloriosa en la historia del ciclismo colombiano.

Tal vez se veía venir desde que Urán y Quintana en 2013 se subieron en el podio del Giro de Italia y del Tour de Francia, respectivamente. Pero nunca con la magnitud con la cual se terminó esta competencia, en la que los ciclistas colombianos –conocidos como “Los Escarabajos”- a partir de la contrarreloj individual de la etapa 12 asumieron el control de la clasificación general y después de ahí nunca la soltaron.

Es un triunfo en todo sentido histórico, porque además de ser segundo para Colombia en una gran vuelta, Nairo Quintana y Rigoberto Urán se convierten en el primer 1-2 nacidos fuera de Italia en ganar el giro, desde que en 1954 lo lograran los suizos Carlo Clerici y Hugo Koblet.

Pero además, a lo anterior se le suma lo hecho por Julián David Arredondo, quien se vistió de azul en su primer año world tour. Fue una contundente victoria del pedalista de Ciudad Bolívar que emuló lo hecho por José ‘Chepe’ González (1997 y 1999), Freddy González (2001 y 2003) y Lucho Herrera (1989) como únicos colombianos en ganar el premio de montaña de la vuelta itálica.

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“Lo hecho por Rigo, por Nairo y por mí son cosas bastantes positivas que dejan la puerta abierta para que en un futuro las cosas mejoren, por esto pienso que vendrán cosas muy grandes para el país” destacó Julián Arredondo.

Pero no sólo hay que resaltar lo hecho por estos tres pedalistas, como bien lo dijo Nairo Quintana tras la victoria de Julián Arredondo en la etapa 18, “este Giro de Italia fue hecho para Colombia” y es que cada uno de los ciclistas nacionales pusieron su granito de arena para que la edición 97 de esta competencia se tiñera de amarillo, azul y rojo.

Tanto así que en esta inédita página del ciclismo colombiano, se lograron cuatro triunfos de etapa, algo nunca antes visto: la contrarreloj de Rigoberto Urán, en la etapa 12 de Barbaresco a Barolo, donde le quitó la ‘maglia rosa’ a Cadel Evans; el triunfo zigzagueante de Julián Arredondo en Panarotta, con Fabio Duarte de escolta; y las dos grandes victorias de Nairo Quintana en Val Martelo y en Cima de Grappa.

Fue un giro totalmente con sabor a Colombia que seguramente alertará a muchos de cara al futuro, en el que esta generación dorada tiene todo el potencial para seguir cosechando grandes alegrías para sus seguidores.

(El Espectador/ imagen: Giro d'Italia)