Cuando se trata de recorrrer lugares y conocer destinos, la bicicleta se puede convertir una gran aliada para vivir de manera diferente y brindar toda la magia que requiere una nueva experiencia. 

Berlín, Alemania: En este país, en 1817, el alemán Baron Karl von Drais, presentó la primera bicicleta moderna de la historia. Siguiendo esta larga tradición, Berlín cuenta con más de 900 kilómetros de ciclorrutas. Incluso puedes tomar tours específicamente diseñados para realizarse en bicicleta. 

Río de Janeiro, Brasil: Desde 1992, la ciudad se ha enfocado en su población ciclista por lo que en ese año empezaron a construir ciclorrutas. Actualmente tienen además un programa de alquiler de bicicletas, con un costo de aproximadamente $2.50 dólares al mes. 

Toronto, Canadá: En Toronto está tan popularizado el uso de la bicicleta que sus entusiastas no dejan de utilizarla ni siquiera en el invierno. Con más de 500 kilómetros de ciclorrutas, en una ciudad básicamente plana, la bicicleta es una opción perfecta para conocer la ciudad. Además del sistema de bicicletas compartidas, un negocio muy popular es la renta de las mismas, así que no tendrás problema encontrando una. 

Copenhague, Dinamarca: Esta ciudad ha sido líder en el uso de bicicleta, por lo que más de la mitad de la población se transporta en ella, tanto así que se dice que hay más bicis que habitantes. Es tal el uso de este vehículo que incluso ya se desarrollaron autopistas específicas para este medio que conectan las zonas corporativas con los suburbios. 

Buenos Aires, Argentina: Con 227 kilómetros de ciclorrutas, Buenos Aires, es una de las ciudades más amigables con los ciclistas de la región. Catalina Jaramillo, Cofundadora de Viajala, destaca que ¨la red de vías para bicicletas fue diseñada para integrarse con los puntos clave de la ciudad como estaciones del metro, universidades y por supuesto sitios turísticos¨.  

Ámsterdam, Holanda: Conocida como la ciudad de las bicicletas, compite con Copenhague por defender quién tiene el uso más arraigado. Los estacionamientos de bicicleta son tan amplios, que ya se han convertido en una de las fotos clásicas de los turistas. Eso sí, no olvides marcar tu bici para poder encontrarla: hay tantas que será fácil que te confundas.