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Este es el modelo de zapatos que la Reina Isabel ha usado por 50 años
Se trata de un calzado que originalmente fue confeccionado por la firma Rayne, fundada en 1885.
Sabemos que la realeza tiene sus propias y estrictas reglas en cuanto al vestuario y que existen muchas prendas o colores que no pueden llevar en determinadas ocasiones.
También es conocido que la reina Isabel elige siempre vestirse de llamativos tonos para que su personal de seguridad siempre pueda distinguirla entre la multitud, y actuar a tiempo en caso de una emergencia.
Pero lo que pocos han notado, es que la monarca también ha usado el mismo modelo de zapatos en más de 50 años. Se trata de un calzado de cuero hecho a la medida con un pequeño adorno dorado que busca evitar quitarle protagonismo a su dueña.
Los zapatos son confeccionados a mano por la tienda londinense Anello&Davide, que trabaja exclusivamente con Isabel II. Cuatro personas son las encargadas de su fabricación que cuenta con materiales como piel de becerro, además de pequeños broches dorados.
Cada par tiene un valor aproximado de 800 mil pesos chilenos, pues son teñidos a mano y repelentes al agua.
La Reina ha sido vista con este modelo en diferentes colores, pero siempre con la misma forma.
Stewart Parvin, quien trabajó como diseñador de vestuario para Isabel II durante 11 años, aseguró al diario inglés Daily Mail que los zapatos deben ser inmediatamente cómodos, por lo que ella siempre prefiere asegurarse con este modelo.
Para lograr aquella comodidad, un miembro del personal con pies del mismo tamaño debe correr por los corredores del palacio hasta que se amansen adecuadamente. “La Reina nunca puede decir: ‘Me siento incómoda, no puedo caminar más"”, explicó.
Originalmente los zapatos de la Reina fueron confeccionados por Rayne, una firma familiar británica fundada en 1885 para hacer calzado de teatro. A principios de los años sesenta, Isabel II llegó a ellos recomendada por la Reina Madre, que había seguido los pasos de su suegra, la Reina María.
Hace 20 años, como la mayoría de la industria británica de fabricación de calzado, Rayne pasó de moda y finalmente cerró su producción.
Tras esto, miembros del palacio rastrearon a un exempleado de Rayne, David Hyatt, quien, para entonces, estaba trabajando para otro zapatero, Anello & Davide, siendo seleccionados para seguir confeccionando su clásico modelo.
