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Estudio descubre que fumar y el dolor de espalda están relacionados

Por Lifestyle.com / El Observador | 10 Noviembre, 2014 - 17:16
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No es la primera vez que un estudio científico vincula el tabaco con el dolor crónico pero sí es el primero que sugiere que fumar interfiere en un circuito cerebral asociado con el dolor, motivo por el que los fumadores son más propensos a esta afección.

Fumar aumenta el riesgo de sufrir dolor de espalda crónico. Esta es la conclusión de un reciente estudio de la Universidad Northwestern en Evanston (EE.UU.), cuyo trabajo ahonda en la realidad de que las personas que fuman tienen más propensión a desarrollar dolor de espalda crónico, ya que este hábito reduce la capacidad de resistencia a esta dolencia. La investigación ha sido publicada en la revista Human Brain Mapping.

No es la primera vez que un estudio científico vincula el tabaco con el dolor crónico pero sí es el primero que sugiere que fumar interfiere en un circuito cerebral asociado con el dolor, motivo por el que los fumadores son más propensos a esta afección.

Los investigadores analizaron a 160 voluntarios que habían desarrollado recientemente un agudo dolor de espalda (el que dura entre 4 y 12 semanas) así como a 32 pacientes con dolor de espalda crónico (dolor durante 5 años o más) y a 35 participantes sin dolor de espalda. Durante cinco sesiones diferentes en un mismo año, todos los voluntarios del estudio rellenaron un cuestionario acerca de diversas condiciones de salud, como por ejemplo, su consumo de tabaco diario. Además, fueron sometidos a imagen por resonancia magnética.

Descubrieron que la corteza prefrontal medial y el núcleo accumbens desempeñaban un papel clave en el desarrollo del dolor crónico. Cuanto más fuerte era la conexión entre ambas zonas, menos resistente era un individuo al dolor crónico y el tabaco parece ser la conexión que los refuerza.

En comparación con las personas que no fumaban, las personas que sí lo hacían tenían una conexión más fuerte entre estas zonas cerebrales, representando, según los expertos, tres veces más probabilidades de desarrollar dolor de espalda crónico respecto a los no fumadores.

“Sin embargo, hemos visto una dramática caída en la actividad de este circuito en los fumadores que – por su propia voluntad – dejaron de fumar durante el estudio. Así que cuando dejaron de fumar, su vulnerabilidad al dolor crónico también se redujo”, explica Bogdan Petre, líder del estudio.

Teniendo en cuenta que se trata del segundo dolor neurológico más común con un impacto significativo en la vida diaria, es un motivo de peso para dejar de fumar.