A un mes de “dar un paso atrás”, el hijo menor del príncipe Carlos y su esposa Meghan Markle, hacen oficial, a través de un portavoz; que a partir del próximo 31 de marzo dejarán de representar a la monarquía británica. Lo que quiere decir que prescindirán de su oficina en el Buckingham Palace, dejarán de asistir a eventos de la realeza y ya no serán llamados Duques de Susexx.

El grito de independencia de la pareja también tendrá sus consecuencias. A pesar de que Harry y Meghan habían registrado su marca: Sussex Royal, desde junio del año anterior y planeaban imprimirla en varios artículos con el fin de recaudar fondos para sus instituciones benéficas, la reina Isabel ha dado la instrucción de que la pareja ya no haga uso de la palabra “royal”, y esto los afectaría directamente en su exitosa cuenta de Instagram y página web www.sussexroyal.com

De acuerdo con el portavoz del matrimonio, la pareja tiene intenciones de dividir su tiempo entre Norteamérica y el Reino Unido. De hecho, planean viajar a fin de mes a la capital británica para celebrar el Día de la Coomonwealth el 9 de marzo y en abril Harry asistirá a la maratón de Londres en su condición de padrino de la competencia, entre otros compromisos.

El portavoz agregó que pronto se hará un anuncio respecto al uso de la palabra “real”, cuando realicen el lanzamiento de la ONG de la pareja. Seguramente este tendrá que ver con el nuevo “bautizo” de su marca. Con relación a la búsqueda de recursos esto no será problema ya que se conoció que por una conferencia que dictó la pareja en Miami, ante 425 banqueros, recibieron un millón de dólares de pago, y Disney ya puso varias ofertas sobre la mesa para la esposa del príncipe.