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Jan Arnald, el hombre de la novela negra que viene del frío

Por Loreto Oda Marín | 13 Marzo, 2015 - 17:25
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Jan Arnald ha publicado ocho libros y es crítico literario en Suiza. Arne Dahl ha sacado a la luz quince novelas del género negro. Ambos son la misma persona: uno de los escritores más destacados de la novela policial en Europa.

Jan Arnald y Arne Dahl se miran desde lejos, pero a la vez muy de cerca. Uno vigila al otro y vice versa. Pero resulta que ambos son diversas caras de una misma moneda, porque ambos son la misma persona. En realidad, los dos son Jan Arnald.

Escritor y crítico literario sueco, ha trabajado para diversos medios de comunicación. Su debut fue en 1990 con "Chiosmassakern" y en total ha desarrollado ocho libros. Y cuando se trata de novela negra, pasa a ser Arne Dahl, el pseudónimo que utilizó por años sin que la prensa ni sus colegas críticos se enteraran.

Bajo este alias, ha publicado catorce libros, gran parte de ellos corresponden al Grupo A, una unidad especial de investigación de la policía sueca. Tal ha sido el éxito de esta historia, que fue llevada al cine y a la pantalla chica en el formato de serie, incluso, llegando a la parrilla de América Latina.

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Gracias a esta adaptación es que las historias de Arnald se han popularizado en la región. Sus libros se han traducido ya a más de 25 idiomas.

Hoy, el escritor tiene entre manos un nuevo proyecto que tiene a prueba su capacidad creadora y lo ha reencantado con el género de la novela negra, esa que por muchos años escribió desde las sombras.

- En los últimos años, ¿cómo ha evolucionado la novela negra en Europa?

- Hay una tradición en la novela policial inglesa, británica, pero ahora también existe la francesa, la alemana y la más grande, la escandinava, que en este momento tiene una vida como bastante vital. Están también las novelas y series norteamericanas, pero creo que en este momento es más fuerte la tendencia europea, esto es por la ausencia de guerras y delitos graves a diferencia de América Latina donde la dictaduras tienen una historia más reciente. 

La escuela norteamericana siempre se refiere a individuos mientras que la escandinava, en particular la sueca, se refiere a la sociedad en su conjunto. La novela sueca trata siempre de elevarse por encima del nivel individual al llegar a uno más estructural. Nuestro relato se refiere siempre a la a sociedad y cómo los cambios sociales influyen en el individuo y esa es la gran  diferencia entre la novela policial norteamericana y europea.

Una tendencia en los últimos diez años es que hay mayores escritoras mujeres que hombres en este género; se ha transformado en un género femenino y eso lo encuentro interesante.

- Esa variación ¿cómo afecta al relato y en qué cambia lo que había antes?

- Creo que es la realización del sueño de mujeres que tenían las ganas de escribir desde el comienzo pero no se atrevían. Eso genera una literatura menos machista, hay más vida privada de los caracteres, de lo cotidiano. Esta oleada de escritoras tienen 40 años o más, entonces tienen la experiencia de tener hijos, tienen vivencias que no están tantan escritas por los hombres, eso hace que también hayan más policías mujeres, es una intriga menos lineal que logra que el puzzle de la vida funcione realmente con los distintos ámbitos.

- Desde el punto de vista del relato, independiente de si son hombres o mujeres, ¿hacía dónde iría la tendencia de la novela negra?

- Se podría decir, quizás, que se está volviendo menos política la trama y más existencial. Como la novela policial habla tanto de muerte, en compensación tiene que hablar mucho de vida, entonces se está transformando en una literatura de arte, como expresión artística.

Se ha dicho muchas veces, en estos 150 años que tiene la novela policial, que va a morir, sin embargo, se está viendo la tendencia contraria: es cada vez más importante, popular y con más lectores. Creo que está satisfaciendo algún tipo de necesidad del hombre moderno y creo que mucho tiene que ver con encontrarse con lo que uno teme, en una sociedad moderna uno tiene más tiempo para temer ciertos fenómenos, se requiere de distintas maneras de canalizar ese terror o temor a lo desconocido. Creo que la novela policial puede ayudar a quitar ese terror que uno va cargando, puede tener una función terapéutica.

- Esta fijación que tienes por escribir del Grupo A, ¿en algún minuto piensas dejarla atrás?

- Escribí diez novelas sobre el Grupo A y solamente tres están traducidas al español. Después hice una nueva serie de cuatro novelas que tiene algunos personajes del Grupo A, así que me ha costado abandonar los personajes. Cuando escribes diez libros y están en todos los personajes uno ya los conoce, los ama y cuesta abandonarlos.

- Pero, ¿podrías indagar con otro modelo de historia?

- Después de quince libros con estos personajes haré una pausa. Ahora estoy escribiendo uno con mi seudónimo, pero también sigo escribiendo bajo mi nombre. Mucho más adelante tengo la idea de escribir como Jan Arnald una novela histórica sobre Estocolmo.

- ¿Quieres reinventarte dentro de la novela policial?

- Ya he llevado a donde quería llevar el relato colectivo y ahora lo que quiero hacer es volver al formato original de un personaje en novela policial. Estoy escribiendo ese libro más sencillo. Las cuatro últimas novelas son de un grupo europeo de policías y está Jorge Chávez, ese es el personaje que está presente hasta ahora. Esta nueva novela es de un policía, un hombre y una mujer que tienen una relación compleja, y de un asesinato horrible. La idea es que se publique en otoño sueco, es decir, septiembre-octubre 2015.

- ¿Cómo ha sido este nuevo desafío de tener que escribir bajo la lógica de un personaje?

- Pensaba que el género policial iba a quedarme estrecho, que no se iba a poder innovar tanto como quisiera pero me he dado cuenta que más bien, es al revés, que hay márgenes bastante amplios de recrear e innovar. Me di cuenta que podía desarrollar el género policial para que se pareciera cada vez más a una novela común y corriente.

- ¿Crees que la serie te haya abierto más puertas en América Latina?

- Eso ha sido muy importante, además lleva mi nombre y eso también es extraño. Es muy poco común que la serie televisiva llegue al público antes que los libros y no es necesariamente negativo. De todas maneras, la versión televisiva es siempre un formato más sencillo, podría ser que habiendo visto y gustado el formato de la serie, uno pueda tener después una experiencia más rica de la lectura. Puede ser una degustación.

Jan Arnald v/s Arne Dahl

- ¿Decidiste usar un pseudónimo para estar lejos de tu rol de crítico y ver de afuera lo que decían de él?

- Ya había escrito novelas de otro género por ocho años cuando empecé el género policial, por eso era muy importante tener identidades diferenciadas entre distintos tipos de literatura. Ahora resulta positivo para mi propia creatividad intercambiar entre estos personajes, identidades. Fue una manera de separar identidades y más particularmente proteger al escritor de novela negra de la crítica literaria de Jan Arnald. Como yo era un escritor intelectual, no quería que leyeran mis noveles policiales con ojos intelectuales.

En el proceso creativo, se están como vigilando mutuamente. John se está asegurando que no hayan demasiados clichés en el género policial y Arne está supervisando que no sea demasiado complejo lo que escribe en el otro formato.

- Me imagino que más de alguna vez estuviste presente mientras hablaban de Arne Dahl

- Varias veces. Una vez sugerí que Arne Dahl no sabía escribir...

- ¿Por qué mantuviste por tanto tiempo el anonimato?

- Fue entretenido ver hasta qué punto uno podía mantenerse en secreto. Me descubrió un periodista. Después de dos libros, me presenté en la feria del libro de Gotemburgo como Arne Dahl pero con máscara, tres años más tarde se colocó una foto de esa figura con máscara al lado de una foto mía y se pudo constatar que las orejas eran las mismas (risas).

- Como el asesino en serie que suele querer que lo descubran ¿querías que te encontraran?

- Así es. Después de cinco años sentí que era tiempo y fue un alivio.

- ¿Qué significa para tí que tu nombre esté sonando cada vez más en América Latina?

- Es muy importante, porque para mi los escritores latinoamericanos han significado mucho, García Márquez, Vargas Llosa, Carlos Fuentes, porque me han inspirado mucho. Para mi América Latina es como llegar al hogar original de la literatura, porque en esa literatura tuve mis revelaciones, probablemente esa lectura me hizo escribir y ser escritor. Por eso, me da mucha pena no saber hablar español.

En ese momento finaliza la entrevista, Jan Arnald remata con un "muchas gracias" en un oxidado español, mientras regala una amplia sonrisa.

* Traducción presencial Anna-Karin Gauding