¿Cómo fue el proceso creativo de “Carmen” para la Compañía Nacional de Danza Española?

Fue muy importante y especial. Lo primero es que Johan Inger ya había trabajado con la Compañía Nacional de Danza de España, así que al ver su trabajo con los bailarines pensé que era el coreógrafo ideal y le propuse que hiciera esta coreografía de Carmen. Fue un reto para él, porque era la primera vez que contaba la historia con un ballet contemporáneo. El proceso fue muy interesante en la parte coreográfica con respecto a la estructura de ballet. Él iba añadiendo matices y detalles que hacen que la historia se entienda. También la dramaturgia fue muy importante, en un trabajo conjunto entre coreografía y teatro.

¿De qué trata “Carmen”?

Es una historia de pasión y deseo, escrita por Prosper Mérimée. Esta vez llega en su versión de danza de la mano del coreógrafo sueco Johan Inger, del 24 al 28 de abril, al Teatro Colón. Una de las obras coreográficas más reconocidas del ballet español, que se estrenó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid y que nos habla de la violencia de género a través del personaje mítico de Carmen, una mujer gitana, fuerte y seductora, que quiere ser libre y vivir su vida sin estar demasiado influenciada por el peso de la sociedad, y que quiere tomar sus propias decisiones. Este personaje quiere resistir y no le tiene miedo a morir; ha decidido que quiere vivir de esa manera y así lo hace.

Como director artístico de la compañía, ¿qué considera lo más difícil de contar historias a través de la danza?

Bueno, es difícil entrar en detalle. El hecho de tener texto hace que tengamos que ir a lo esencial y que tengamos que quitarle a cada personaje lo que no lo es. Debemos narrar los rasgos principales del carácter de cada uno de los bailarines. A partir de ahí, una vez está definido el personaje, se vuelve fácil contar la historia, porque el personaje está definido y evidentemente la música y el vestuario ayudan. La relación que tiene un personaje con otro también ayuda.

¿Cuál fue el mayor reto a la hora de hacer “Carmen”?

Precisamente fue que Johan tuvo que buscar la manera de contar una historia. Es el primer ballet que el coreógrafo sueco hace de esta manera y fue muy interesante el hecho de mezclar el vocabulario coreográfico con la manera de contar la historia.

¿Cómo ha sido la experiencia con el coreógrafo y creador Johan Inger?

Ha sido maravillosa. Cuando Johan Inger recibió el encargo de la CND de montar una nueva versión de Carmen, siendo él sueco y la obra teniendo un marcado carácter español, se encontró ante un enorme reto, pero también una gran oportunidad. Su aproximación a este mito universal tendría que aportar algo nuevo. Para ello decidió centrarse en el tema de la violencia, aproximándose a ella a través de una mirada pura y no contaminada… la de un niño. Partiendo de este enfoque, Inger crea un personaje que propicia que seamos testigos de todo lo que pasa, a través de sus ojos inocentes, a la vez que contemplamos su propia transformación.

¿Con qué criterio se deciden las obras o las historias que la Compañía interpreta ante el público?

A lo largo de los últimos ocho años, en la Compañía Nacional de Danza siempre he elegido historias y obras que se interpretan de una manera muy simple. Yo veo todos los espectáculos de la compañía, elijo la pieza que a mí como bailarín me hubiera gustado bailar, y que el público finalmente va a disfrutar al verla. Este es mi criterio principal para elegir las obras.

¿Por qué considera importante que países como Colombia conozcan el trabajo de la Compañía Nacional de Danza Española?

Esta compañía lleva 40 años por el mundo y en la historia de muchos países, así que es un honor llegar por primera a Suramérica, y especialmente al Teatro Colón de Bogotá, con el apoyo de Foco Cultura España Colombia y el impulso de Acción Cultural Española, el Ministerio de Cultura de Colombia y la Embajada de España en Colombia, con este ballet clásico de repertorio.

¿Qué mensaje quiere transmitir este espectáculo a sus espectadores?

Una bella danza. Tenemos un grupo excelente bailarines, y así mismo buscamos transmitir un mensaje de apertura contra la violencia de género. Gracias a la mirada de ese personaje, que es un niño, el público se identifica con él, y esto hace que veamos la violencia de una manera más suave y, por ende, haga reflexionar al público sobre esta problemática social.

¿Cuál considera usted que es el papel de la danza en la sociedad actual?

La danza es muy significativa en nuestra sociedad actual, no solamente por el hecho de poder venir a ver un espectáculo. Creo que tiene una función social importante. En la Compañía Nacional de Danza de España tenemos muchas actividades de inclusión social y pedagógicas, trabajamos con personas en condición de discapacidad. Creo que hacer llegar la danza a todos les ayuda a vivir una vida mejor.

¿Qué otros proyectos tiene la Compañía para este año?

Este año celebramos nuestro 40º aniversario y tenemos toda una serie de giras con el reportorio que hemos construido durante estos últimos ocho años, las cuales culminan el 8 de julio en el Teatro del Canal en Madrid, con dos creaciones nuevas (Cayetano Soto y Lenox Andonis Foniadakis), y bailaremos una suite de Don Quijote, representando la parte más clásica del programa. También estará el coreógrafo Nacho Cueto, exdirector de CND por 20 años, con Por vos muero. Ese será el colofón del cuarenta aniversario.