El barrio Tunguipamba, en la zona llamada Píllaro (Tungurahua), al centro de Ecuador, lleva adelante entre los días 1 y 3 de enero la fiesta Diablos de Píllaro, que será parte de las diabladas tradicionales de esta localidad.

La actividad, que cuenta con el apoyo del colectivo cultural Minga, reúne a varios grupos que cultivan el baile con los llamativos disfraces de diablos.

Roberto Roldán, del colectivo que colabora con la actividad, subraya que el significado que estas danzas y estos trajes durante la colonia era el de rebeldía contra la esclavitud, mientras que ahora se podría ajustar contra el sistema.

“Tenemos que darle realce a la fiesta y no prostituirla en fines lucrativos. Lo que hay que entender es que es una fiesta nacida del pueblo, para el pueblo. En este caso, las comunidades aledañas al centro de Píllaro son las que toman protagonismo durante estos días”, indica el conocedor.

Agrega que antiguamente la celebración no se llamaba Diablada Pillareña, sino la Fiesta de los Disfrazados. “Ese tipo de cosas que se han ido perdiendo en la memoria del tiempo son las que nosotros queremos revitalizarlas, revivirlas, para que tengan un sentido más profundo”, dice.

Junto con Ítalo Espín y Néstor Bonilla, constituye el núcleo central que lidera el colectivo cultural Minga, integrado por una treintena de jóvenes y que busca rescatar la tradición tal como se celebraba antes y con una gestión independiente, sin ayuda pública, porque creen que así tiene que ser.

Las actividades que se realizan entre el 1 y el 3 de enero se llevan a cabo entre las 10:00 y 18:00 horas en la comunidad Tunguipamba y a las 12:00 en las calles del centro del cantón Píllaro.