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La caída del pelo puede combatirse: cinco pasos básicos

Por LifeStyle | 3 Marzo, 2016 - 09:49
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Factores genéticos, hormonales, nutricionales y psicológicos pueden influir en generar o acelerar esta enfermedad que afecta a ambos sexos.

La idea común es que la escasez capilar afecta sólo a hombres. La medicina especializada ha rebatido este mito en los últimos años. Se estima que hasta el 50% de la población enfrenta complicaciones con la caída del cabello.
 
De ese grupo, entre el 50% y el 60% de los hombres presenta alopecia androgenética, mientras que en las mujeres el porcentaje se ubica en el 35%. Sin embargo, según señalan casi todos los informes sobre el tema, el impacto psicológico es mayor en las mujeres.
 
La única prevención eficaz es el tratamiento precoz. Se debe actuar ante los primeros síntomas. Es importante corregir ciertas conductas que parecen no tener relación, pero sí la tienen, como una mala alimentación, enfermedades metabólicas, estrés o enfermedades autoinmunes.



La caída se debe a una serie de razones: factores genéticos, hormonales, nutricionales y psicológicos que pueden influir en generar o acelerar esta patología hasta llegar a una alopecia severa.

Otros segmentos que antes no se incorporaban aparecen también en los últimos años. La calvicie se ve en pacientes cada vez más jóvenes. El 80% de los hombres que presenta el problema, muestra una regresión de sus entradas a los 20 años de edad.

Esta presentación más precoz o más acelerada de la enfermedad tiende a asociarse a una alimentación inadecuada y al estrés diario.  

Como se ha dicho, un gran porcentaje de mujeres también sufre de la pérdida del pelo, presentada como una alopecia difusa. Esta tipología se caracteriza por despoblamiento capilar en toda la cabeza, sin afectar áreas específicas.



El hecho se suele asociar a algún déficit nutricional o a estrés emocional, sin embargo, siempre es importante descartar alguna patología de base como anemia o hipotiroidismo, entre otras.

Otra de las causas frecuentes en mujeres es el llamado efluvio telógeno, que se caracteriza por una pérdida importante de pelo en poco tiempo, lo que puede estar gatillado por algún evento traumático (físico o emocional), la ingesta de medicamentos e incluso algo tan normal como el post parto.

Este tipo de eventos generalmente muestran un curso autolimitado y reversible, es decir, son problemas con recuperación medianamente rápida. El problema es cuando la pérdida de cabello no se detiene.



* Qué hacer: consejos de la doctora chilena Michelle Mauret

-1 La especialidad médica cuenta hoy con eficaces estudios que perfeccionan las técnicas y los tratamientos. Hay alternativas médicas y quirúrgicas, las que son utilizadas según las causas y la severidad de la alopecia.

-2 Lo ideal es atacar el problema usando más de una técnica, sin embargo, no todo es automático. Otro aspecto vital en este tema, además del tratamiento precoz, es la responsabilidad y constancia del paciente. Eso porque lo general los cambios sólo se ven -al menos- seis meses después.

-3 Hay variados tratamientos, desde administrar multivitamínicos específicos, lociones capilares que potencian la circulación sanguínea del cuero cabelludo o medicamentos para disminuir la acción de la hormona presente en esta enfermedad.  

-4 Se suma el uso del plasma rico en plaquetas, que permite una administración intradérmica del plasma sanguíneo del paciente, colaborando con el crecimiento capilar y engrosando la fibra debilitada del pelo.

-5 Sin embargo, el único tratamiento repoblador y definitivo es el implante capilar. Se trata de una cirugía ambulatoria, con anestesia local, en la que se obtiene pelo sano desde la zona de la nuca y se trasplanta al área despoblada. Como se ubican una a una las piezas capilares, el resultado siempre es muy natural y estético. De hecho, los pacientes retornan a sus actividades laborales al día siguiente de la cirugía.