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La capacidad intelectual no disminuye por la menstruación

Por El Espectador | 5 Julio, 2017 - 13:10
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Un grupo de investigadoras del Hospital Universitario de Zúrich (Suiza) decidió desmitificar esta información que preocupa a muchas mujeres en sus trabajos, estudios o actividades diarias.

Según un estudio publicado en Frontiers in Behavioral Neuroscience, después de analizar las funciones cognitivas de un grupo de mujeres de Hannover (Alemania) y en Zúrich (Suiza) en el transcurso de dos de sus ciclos menstruales, en los cuales se identificaron los posibles cambios de sus niveles hormonales, como estrógenos o progesterona, llegaron a la conclusión de que la capacidad intelectual de las mujeres no depende del periodo menstrual.
 
Brigitte Leeners, investigadora principal, explica que “los resultados del presente estudio mostraron que el estrógeno no se relaciona con el funcionamiento cognitivo global, incluyendo la atención, el control cognitivo y las tareas sexualmente dimórficas tales como la memoria de trabajo visuoespacial o la fluidez verbal”. Es decir, que descartan que haya cambios en las capacidades mentales de las mujeres al atravesar los altibajos hormonales del ciclo menstrual en la llamada memoria de trabajo (memoria a corto plazo necesaria para realizar tareas y procesar información), en la fluidez verbal, en los sesgos cognitivos o en la capacidad de prestar atención a dos cosas a la vez.
 
La investigación, que se centró en 88 mujeres menstruando, fue diseñada como un estudio observacional que analizaba las mediciones seriadas de parámetros hormonales y neurocognitivos en mujeres sanas y mujeres con trastornos endocrinos de 18 a 40 años y, en conclusión, ninguna de las hormonas estudiadas tuvo un efecto repetible y consistente en las capacidades cognitivas de las participantes. Los investigadores buscaban cambios en las mujeres y entre las mujeres medibles en los dos ciclos, pero no encontraron ninguno.
 
Aun así, Brigitte Leeners y su equipo consideran que se debe continuar con las indagaciones al respecto, por lo que están trabajando en un segundo estudio sobre otras funciones cerebrales, las preferencias por alimentos específicos o las reacciones a los estímulos sexuales.
 
Pero hasta esos nuevos resultados, asegura que el miedo o la inseguridad de las mujeres durante su ciclo menstrual es entendible y se debe a sesgos metodológicos por estudios anteriores, por lo cual es vital analizar más de un periodo. “Para minimizar la probabilidad de hallazgos de falsos positivos, los estudios observacionales deben incluir rigurosamente los datos de un segundo ciclo”, concluye la investigadora.