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La música de cámara explicada por uno de sus protagonistas

Por El Espectador | 20 Noviembre, 2018 - 10:00
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Para el director de The Chamber Music Society del Lincoln Center, el género tiene una gran ventaja por no necesitar grandes escenarios como en las óperas, ni grandes cantidades de músicos, como las orquestas sinfónicas.

David Finckel, el director de The Chamber Music Society del Lincoln Center (CMS), colectivo fundado en 1969, dice que su agrupación es muy afortunada porque todos los grandes compositores han creado obras para formatos musicales pequeños.

-Usted es un violonchelista reconocido, ¿cómo lo ha inspirado el hecho de venir de una familia de músicos?

-Lo más importante para ser un músico exitoso y satisfecho de sí mismo es tener una gran pasión por la música. Cuanto más amas la música, más fácil será tu carrera. Nunca se cuestiona la dedicación al estudio, a la práctica y a ser siempre mejor, porque es tu oficio y el trabajo de toda una vida, y es un privilegio que se debe hacer con gran alegría.

¿Qué aprendió de su primer maestro en música, su padre?

Mi padre, cuando yo era pequeño, me hizo escuchar música de la que me enamoré de inmediato. Me ponía conciertos de Bach, sinfonías de Rachmaninov, baladas de Chopin, y yo casi que me intoxicaba, me embriagaba con la belleza de esta música, y me hacía querer tocar un instrumento aun antes de que pudiera hacerlo, todo para encontrar estos sonidos. Eso es lo que me hace seguir. Y esto se remonta a mi infancia, y viene de ese recuerdo de escuchar música y de sentirme seducido por ella, y la voluntad de querer hacer música yo también.

-¿Cómo funciona la Chamber Music Society del Lincoln Center?

-El próximo año, la CMS cumplirá cincuenta años. Nuestra primera temporada fue en 1969-1970, así que estamos ad portas de cruzar una etapa importante. Cuando empezó la CMS, en los orígenes del Lincoln Center, era un ensamble de solo nueve músicos, y se colaboraba ocasionalmente con artistas invitados. A lo largo de los años, este cuerpo de músicos creció y creció y, cuando mi esposa, la pianista Wu Han, y yo llegamos como directores artísticos, en 2004, nos dedicamos a ampliar este listado de músicos para incluir artistas de otras partes del mundo y para tener una mayor variedad de intérpretes en el escenario. Hoy en día, la CMS cuenta con más de cien músicos que se presentan en nuestros escenarios cada año.

-Ustedes son una de las instituciones líderes de música de cámara en el mundo. ¿Para dónde va la música de cámara?

-La música de cámara está en todas partes, porque se puede poner en práctica muy fácilmente, con grupos pequeños de personas. No se necesita tener grandes escenarios como en las óperas, ni grandes cantidades de músicos, como las orquestas sinfónicas. Con cuatro personas se pueden tocar cuartetos de cuerdas, que incluyen algunas de las piezas más hermosas jamás escritas. Somos muy afortunados de que los grandes compositores, casi sin excepción, hayan escrito música de cámara. Los cuartetos de cuerda tardíos de Beethoven son algunas de las mejores piezas que compuso, así como algunas de las mejores obras de Mozart, o como Haydn, quien compuso más de setenta cuartetos para cuerda legendarios. Tenemos esta gran riqueza que nutre nuestra industria, como un producto casi inagotable.

-¿Qué interés tiene la CMS en las nuevas tecnologías?

-La CMS es muy afortunada de tener un amplio estudio de grabación equipado con siete cámaras de alta definición y sistemas de audio de tecnología de punta, así que podemos producir grabaciones de nuestros conciertos, clases magistrales, conferencias, todo lo que pasa en ese lugar. Durante los últimos cinco o seis años hemos llevado a cabo un programa extensivo de streaming de eventos en vivo desde ese estudio. De igual manera, estos eventos residen en un archivo en nuestra página, www.chambermusicsociety.org, para que la gente pueda acceder de manera digital a nuestros eventos.

-¿Cómo les permiten las nuevas tecnologías alcanzar y formar audiencias alrededor del mundo?

-Estas herramientas nos permiten comunicarnos con lugares a los que nunca hemos ido, así como a lugares a donde vamos a ir por primera o segunda vez, como a Colombia. También abren las puertas para personas que tocan música de cámara alrededor del mundo, así como para oyentes y amantes de la música que tengan curiosidad sobre la música de cámara. Es una gran manera de afianzar una mayor audiencia mundial.

-La agrupación también ofrece clases magistrales, ¿cómo es esto?

-Nuestras clases magistrales entran en el área de educación. Nosotros hablamos de educación para un público general y de todas las edades, desde niños muy pequeños hasta clases magistrales para jóvenes músicos de conservatorio. Tenemos programas para que jóvenes músicos de bachillerato, luego de audicionar con nosotros, reciban clases y talleres y les permitimos presentarse en el escenario del Alice Tully Hall. Tenemos también conferencias y charlas sobre música, para que las personas que asisten a nuestros conciertos puedan profundizar sobre las piezas. La educación es un área muy importante para nosotros, y funciona de manera un poco autónoma a los conciertos grabados.