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La razón por la que no te gusta ahorrar (y el truco para hacerlo de una vez)

Por Sonia Soto/ Excélsior | 10 Julio, 2017 - 12:43
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Desestimamos los beneficios futuros de ahorrar, a tal grado, que guardar dinero ahora puede en realidad hacernos sentir que lo estamos perdiendo.

¿Qué pasa cuando dejas a un grupo de niños en un cuarto sin supervisión, les das un bombón, y les dices: quien no se lo coma recibirá dos más al finalizar el tiempo estipulado? ¿cuántos crees que logren controlarse? El resultado fue que sólo una pequeña logró llegar al final con su bombón.
 
Sin embargo, ella logró dos bombones más, fue su gran aliciente, los demás prefirieron la recompensa inmediata. ¿Y tú qué harías si te digo que te doy 100 pesos hoy o dentro de un mes, pero serían 200? Al igual que los niños estoy segura que elegirías la primera opción.
 
Estudios de comportamiento ligados a temas como ahorro, en especial ahorro para el retiro, establecen que pensamos que una recompensa inmediata es más atractiva que la misma, o mejor, en el futuro.
 
Según el estudio El uso de las Ciencias del Comportamiento para aumentar los ahorros para el retiro, realizado en conjunto por Consar e Ideas42, está demostrado que, aunque preferimos la recompensa mayor y más lejana, cuando ambas alternativas están alejadas en el futuro, preferimos la menor y más inmediata si se nos ofrece en el presente.
 
Ésta es una manera de explicar por qué, aunque sabemos que es necesario ahorrar para el retiro porque si hoy no tenemos dinero, cuando ya no tengamos ingresos será peor, no lo hacemos: el presente nos ocupa. Por si fuera poco, hay un sentimiento que obstaculiza nuestra intención de ahorro: la pérdida. Desestimamos los beneficios futuros de ahorrar, a tal grado, que guardar dinero ahora puede en realidad hacernos sentir que lo estamos perdiendo.
 
¿Y entonces nunca podré ahorrar para el retiro? En el estudio la conclusión a la que llegaron estos especialistas fue que como nuestra capacidad de atención es un recurso escaso, es fundamental lograr que el ahorro sea lo más fácil posible, que no implique ningún tipo de esfuerzo, ahora sí que “peladito y a la boca”, como aquel dicho popular.
 
Y aquí viene la respuesta a la pregunta de los 64 mil pesos: el cómo. Una de las mejores maneras para lograrlo es automatizar los ahorros ¿eso es todo? Sí, eso es todo.
 
Pensemos un poco en cómo funciona hoy el ahorro obligatorio en la Afore: de tu sueldo se vincula un porcentaje que se transfiere directamente a tu cuenta, ¿cuántas veces has necesitado ese dinero?
 
Me atrevería a decir que nunca, es más, ni siquiera debes saber cuánto te quitan de tu ahorro obligatorio para el retiro, si te decides a ahorrar voluntariamente aplicaría el “dinero que no se ve, ahorro que no se siente”. ¿Qué dices, te animas a practicar el ahorro sin dolor?