Los nuevos aires que se ciernen sobre la Cinemateca Boliviana son potentes y atractivos. Para abrir su desarrollo como espacio cultural, convertirá el café en centro para actividades artísticas como música, teatro y danza, y abrirá en la planta baja un bibliocafé. Además cambiará horarios de funciones.

“Estamos con muchas novedades, trabajando para mejorar nuestros servicios y ofrecer más alternativas al público”, explicó Mela Márquez, directora del centro, quien anunció que los diseños para aprovechar mejor los ambientes del edificio, así como los movimientos del personal para atenderlos, ya están en marcha.

“Vamos a hacer un bibliocafé abajo, moviendo una de las oficinas para que la gente que quiera charlar antes de entrar al cine o desee revisar un libro; queremos que sea un lugar accesible, un punto de encuentro”, informó la encargada, quien se declara muy satisfecha con lo que hasta ahora los artistas han podido proponer para el lugar, como la presentación de la obra "Excepciones en el garaje o la celebración de fiestas" o la película "Ivy Maraey".

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Por ello, el espacio del segundo piso —destinado antes al café— ahora estará disponible para actividades artísticas como teatro, música, instalaciones, danza y lo que se pueda proponer allí.

La modernización también forma parte de los planes. “Estamos haciendo el proyecto para digitalizar la sala principal, para no quedarnos aislados de la programación internacional que tenga grandes títulos —como las películas de Lars Von Trier— que llegarán también en el nuevo sistema”, comentó Márquez.

Los horarios habituales de vermouth, tanda, matiné y noche desaparecerán. “Desde las 17.00, queremos dar una película cada hora, será hasta eso de las 21.00”.

Finalmente, se diseña un catálogo de películas para los colegios en el que se podrá solicitar funciones especiales para que los alumnos consuman cine con tópicos como cine social, medio ambiente, inclusión, entre otros.