Los smartphones, computadoras y televisores, entre otros dispositivos digitales, suelen relacionarse con el sedentarismo y el consumo elevado de calorías. Sin embargo, un estudio publicado en la revista científica Appetite señala que las pantallas no son siempre enemigas del bienestar físico, y pueden adaptarse a un estilo de vida saludable.

Investigadores de la Universidad de Ottawa midieron la ingesta de alimentos y los patrones de actividad física que un grupo de adolescentes tenían luego de ejercitarse mirando la televisión, escuchando música, o sin recibir algún tipo de estímulo. De esa manera, fue posible estudiar el efecto que las pantallas y el escuchar música durante el entrenamiento pueden tener sobre el consumo posterior de alimentos en las personas.

Según The Washington Post, 24 jóvenes que promediaban poco menos de 15 años, debían trotar media hora a media mañana mientras podían optar por no recibir ningún estímulo o sí hacerlo y elegir entre  ver el programa en Netflix que quisieran o escuchar música a su elección. Cada uno trotó los minutos y tras una semana de entrenamientos, los investigadores calcularon cuánto comían durante el almuerzo y el resto del día, además midieron la frecuencia de movimiento que realizaban a lo largo de la jornada.

Los resultados indicaron que aquellos que habían entrenado mirando la tele o escuchando música habían calificado el ejercicio pautado como más agradable que aquellos que no recibieron estímulos, y esto podría favorecer o no la constancia a futuro a la hora de realizar algún deporte. Además, el equipo de Ottawa observó que los adolescentes sometidos a la prueba, no ingirieron más alimentos de lo usual luego del ejercicio ni se movieron menos.

Por lo tanto, si las pantallas pueden ofrecer una mayor motivación a la hora de salir a correr, andar en bicicleta o utilizar la elíptica, no hay motivos para dejarlas a un lado porque pueden ser perfectas compañeras en la ruta de transición hacia la vida fitness, o simplemente, para lograr sentirse mejor y realizar un poco de ejercicio.