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Las razones del boom de mujeres motociclistas en El Salvador

Por María José Saavedra/ El Economista.net | 7 Agosto, 2017 - 12:41
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Con más de 2.500 licencias emitidas desde 2008, la demanda femenina por conducir un vehículo de dos ruedas creció 75% la última temporada.

Las calles no mienten. Cada vez es más frecuente que las mujeres transiten por ellas conduciendo una motocicleta. Los estilos varían según el gusto de cada conductora, pero lo cierto es que es una tendencia en auge que los distribuidores de estos vehículos aseguran llegó para quedarse.
 
Según los datos del Viceministerio de Transporte (VMT) en El Salvador, se han emitido de 2008 al cierre de 2016 cerca de 2.517 licencias de conducir motocicletas a mujeres. Y aunque es apenas un 2,2 % del total acumulado de licencias emitidas en ese periodo, van en aumento. El año pasado alcanzaron el 4% del total de permisos otorgados.
 
Hace algunos años era impensable ver a una mujer manejando una motocicleta en la ciudad, ahora ese grupo está creciendo, señala Roberto Mayorga, gerente general de Ensambladora Salvadoreña, distribuidora de la marca Honda.
 
Solo como ejemplo, en 2008 se otorgaron 135 licencias para conducir motocicletas a mujeres, mientras que el año pasado fueron 634. Si se hace la comparación anualmente de 2015 al año pasado el crecimiento fue de 60%. El ritmo de la emisión de permisos va acelerado este año, ya que el VMT indica que a junio ya han entregado 464 licencias a mujeres.
 
Mayorga comenta que tras el “boom” de las motos allá por 2008 cuando los precios de la gasolina subieron de manera exorbitante, y años después con la apertura a la comercialización de las motos en almacenes, y con financieras propias de los concesionarios, se ha visto cómo cada vez hay más preferencia por estos vehículos y también cómo más mujeres se deciden por una.
 
“Las mujeres llegan y eligen la moto que les gusta, no hay diferencia alguna. Se está rompiendo el mito de que ellas no manejan moto. El 95% de nuestras empleadas tiene una”, señala Mayorga. En 2008, ingresaron a El Salvador 7.809 motos nuevas, mientras que en 2016 fueron 39.279.
 
Las razones por las que este medio de transporte está popularizándose en el mercado femenino incluyen la seguridad comparado con el transporte público, el incremento del tráfico y la practicidad, señala Gabriela Argüello, gerente de ventas de Freedom.
 
Samuel Espina, gerente regional de relaciones públicas de Masesa, es un fiel creyente de que hay un mercado potencial en el sector femenino.
 
“Los sistemas de transporte a nivel de Centroamérica son totalmente deficientes. Entonces, eso invita a las mujeres a buscar un nuevo medio seguro y que se adapte a su situación financiera optando por una motocicleta. Este es un mercado profundo, latente y creciente, no atenderlo sería una insensatez comercial”, señala Espina.
 
Lisbeth Hernández es comunicadora social de profesión, es una mujer que optó por este medio de transporte hace cinco años. En un principio, lo económico la atrajo, luego se le convirtió en una fascinación y en una forma de relajarse al integrarse a un grupo de más de 25 mujeres profesionales y motociclistas denominado Shevar Bikers. “Si alguien duda de este medio yo le diría que tome una moto y luego no querrá bajarse de ella”, asegura.
 
Lo que busca una primeriza en moto es comodidad, que sea liviana y de fácil manejo. Las automáticas scooter cumplen este perfil. En el caso de Freedom los modelos más cotizados en ese campo son Super Life 150 y la Space 125, ambas de cuatro tiempos con un rendimiento de 130 kilómetros por galón.
 
Pero también las mujeres con más experiencia están botando tabú y optan por las motos mecánicas como la Maverick 125 de cinco velocidades. Los precios de estos modelos rondan los $1,250.
 
En Honda, la scooter preferida es la Activa I con un rendimiento de 230 kilómetros por galón. En las mecánicas, la favorita del sector femenino es la CB 110 con un rendimiento similar. Sus precios rondan los $1,500.
 
Por su parte, Masesa cuenta con tres modelos scooter TVS: Wego, Scooty y Neo, todas de cuatro tiempos y con motores de entre 109 y 110 centímetros cúbicos. El cuarto modelo, más demandado es una más deportiva, la XL 100, también de cuatro tiempos.
 
En El Salvador los concesionarios cuentan con financiamiento propio mediante financieras hermanas, además de la facilidad que encuentran las motocicletas en comerciales de electrodomésticos con cuotas y plazos que se acomodan a la economía.