Durante las vacaciones se modifican los hábitos del sueño y la comida, por eso cuando la persona retorna al trabajo puede experimentar problemas a nivel físico o emocional, alteraciones que se conocen como el síndrome postvacaciones.

En esta situación es normal que aparezcan síntomas como falta de interés, irritación, nerviosismo, tristeza, fatiga, falta de apetito, dificultad para la concentración y trastornos del sueño.

El psicólogo especialista en hipnosis, José Luis Rojas, dice que dentro de las afecciones más comunes que provoca el estrés postvacacional están el insomnio y la hipersomnia (sueño excesivamente prolongado, que pueden llegar a afectar de manera importantes las relaciones sociales y personales)”.

“El sueño produce falta de productividad, impuntualidad, la gente se levanta con menos energía, afecta la concentración y también provoca  irritabilidad, lo que claramente influye en la manera en que llevamos las relaciones personales y laborales”, explica.

En gran parte de los casos, los trastornos del sueño comienzan  y persisten por un tiempo aunque el estrés que lo originó haya desaparecido.

El tratamiento más habitual es el farmacológico. Sin embargo, éste no elimina las causas profundas del insomnio, por lo que una de las terapias más recomendados para revertir el problema es la hipnosis, asegura el especialista.

“La hipnosis regula automáticamente el sueño, ya que ayuda a controlar los estímulos que generan el insomnio y hace que perdure en el tiempo”, indica.

Programar el regreso

Para evitar este problema tan común en las personas, uno de los principales consejos es programar el regreso de las vacaciones con tiempo, con el fin de poder retomar paulatinamente la rutina y que el cambio no sea tan abrupto.

También es importante respetar las horas de sueño, retomar las actividades laborales progresivamente, dando prioridad a lo más urgente, organizar el tiempo libre para tener espacio a actividades recreativas y moderar el consumo de cafeína.

“Dos o tres semanas de vacaciones son insuficientes para un año de trabajo, pero las personas deberían tomarse por lo menos unos tres o cuatro días para empezar a ordenar sus horarios. Ésta es la mejor forma de evitar el estrés postvacacional”, completa el psicólogo.