Uno de los tejidos más nobles por su ligereza, suavidad y naturalidad es el lino. que es de los tejidos más empleados para la confección de prendas en moda masculina y femenina. Se extrae de la planta del mismo nombre y su uso data del antiguo Egipto.

Desde sus orígenes se convirtió en un textil muy popular, y con el pasar de los años se ha ido transformando para hacerlo más suave y dócil.

Actualmente son tres tipos los que se reconocen como los de mayor calidad: el egipcio, el irlandés y el italiano. Uno de los grandes atributos del lino es su durabilidad, rugosidad, y que mantiene la estructura de la prenda.

La belleza del lino radica en su “arruga”, que le da un aspecto natural, una caída libre sobre el cuerpo que ofrece comodidad para ocasiones más casuales.

Para quienes no gustan de sus arrugas los fabricantes ahora lo mezclan con seda y otros materiales livianos para conservar su textura.

Intacto y sin pliegues: si no quiere arrugas en su atuendo es importante utilizar un atomizador y la plancha normal, las herramientas necesarias para difuminar las marcas del lino puro. También una plancha de vapor es una gran aliada para disminuir los pliegues.

Propuesta: los diseñadores han creado una diversidad de propuestas para satisfacer los gustos y necesidades. Y hay desde trajes completos, blazers, pantalones, faldas, camisas y blusas, además de chaquetas deportivas y otros complementos de prendas que están en tendencia.

Tejido ideal para clima caluroso y húmedo: compuesto por más de un 60% de celulosa, lo que le otorga no solo la frescura y apariencia al material, ya que es muy versátil para utilizar en cualquier ocasión.

En países con climas cálidos, el lino debería estar en nuestro guardarropa de manera imprescindible, se puede utilizar todo el año gracias a la sensación de frescura que provee. Para eventos en la playa o el campo no se puede pensar en otro material.

*Carlos Eduardo Paredes es diseñador de moda y asesor de imagen