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A los 83 años muere Anita Ekberg, protagonista de "La dolce vita" de Fellini

Por EFE/ LifeStyle | 11 Enero, 2015 - 14:51
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Vivía prácticamente sola y recluida en su villa de la localidad de italiana de Genzano, en las proximidades de Roma, y atravesando una precaria situación económica que la llevó a solicitar la ayuda a una fundación.

Rubia, alta y voluptuosa, Anita Ekberg  fue siempre una musa por su irremediable belleza. A los 19 años fue Miss Suecia y cercana a los 30 pasó a la posteridad del cine con un sensual baño en la Fontana de Trevi en la inolvidable cinta “La dolce vita”, de unos de uno de los maestros del cine italiano Federico Fellini.

Este fin de semana se informa que la icónica actriz falleció a los 83 años. Su nombre real era Kerstin Anita Marianne Ekberg y nació en la ciudad sueca de Malmo el 29 de septiembre de 1931, en el seno de una familia numerosa compuesta por otros siete hermanos.

Tras alcanzar el cetro de Miss Suecia intentó probar suerte en concursos similares en Estados Unidos, sabiendo de sus condiciones naturales. Si bien nunca pudo quedarse con alguno de esos cetros, su presencia en el farandulero mundo del espectáculo estadounidense de los años 50 le abrió las puertas de Hollywood.

Eran los años en que los cánones de la belleza se inclinaban hacia el perfil de Marilyn Monroe. En 1955 obtiene un papel secundario en "Artists and models" (de Frank Tashlin), en la que comparte roles con la dupla de la comedia en esos tiempos Dean Martin y Jerry Lewis.

Con ellos protagonizó  también "Hollywood or bust" (1956), que le valió el Globo de Oro a la mejor actriz emergente en aquel año.

Pero no sería hasta la década de 1960 cuando saltara a la fama mundial al interpretar el papel de Sylvia, una actriz de reconocido prestigio que encandila a Marcello (Marcello Mastroianni), un periodista romano que perseguía a famosos por la -por entonces- concurrida Vía Véneto.

En una noche desenfrenada en la que los dos personajes se pierden por aquella Roma neorrealista, de gatos y sonámbulos, Sylvia decide introducirse en la Fontana de Trevi, retando a su acompañante a hacer lo propio al grito de "Marcello, come here" (Marcello, ven aquí).

El protagonista, embobado ante la belleza de su acompañante, decide hacerle caso y meterse en el agua, protagonizando juntos una de las escenas más célebres de la historia del cine.

Poseía un carácter de “femme fatale”. En alguna oportunidad había dicho, incluso, que ella fue quien hizo famoso a su adorado Fellini "y no al contrario".

Desde hace años vivía prácticamente sola y recluida en su villa de la localidad de Genzano, en las proximidades de Roma, y atravesando una precaria situación económica que la llevó a solicitar la ayuda de la Fundación Fellini de Rimini.

Su casa es por unos instantes escenario de uno de los últimos trabajos de su mentor, "L'Intervista" (1987), un descarnado análisis con el que Fellini repasa su vida y advertía, hace casi 30 años, de la ofensiva que planteaba la televisión a la Gran Pantalla.

En la cinta Fellini consigue reunir a Mastroianni y a Ekberg en la casa de la actriz, reviviendo su célebre cita en la fuente romana pero con la diferencia que el tiempo había impreso en sus rostros, emocionados por el recuerdo de un tiempo lejano.

Además de "L'Intervista", trabajó a las órdenes de Fellini en otras dos ocasiones, en "Boccaccio '70" (1962) y en "I Clowns" (1970).