Artículos

Los diferentes tipos de celos y cómo superarlos

Por Nacion.cl / LifeStyle | 4 Febrero, 2016 - 08:55
  • celos.png

Los celos son la respuesta cognitiva emocional y conductual ante la amenaza de una relación interpersonal.

Los celos son una emoción desagradable que con frecuencia se asocian con las relaciones románticas y sexuales. Los casos intensos de celos pueden ocasionar la violencia, incluyendo el abuso de la pareja, ataques físicos y sucesos extremos como el homicidio.

Diversos trabajos académicos contribuyen a la comprensión de esta emoción que radica en un sentimiento de temor a perder a la persona amada.



Los celos son la respuesta cognitiva emocional y conductual ante la amenaza de una relación interpersonal. El enfoque de la evaluación cognitiva sugiere que las emociones pueden ser el resultado a un estímulo, y así los celos ocurren cuando un individuo interpreta que un estímulo representa una amenaza a una relación valiosa.

En realidad, tal amenaza a la relación puede o no existir, y es posible que una variedad de conductas de parte de la pareja se interpreten como amenaza.

En el Siglo XXI, la interacción con otras personas vía internet puede generar una reacción de celos de parte de la pareja. Así también la conducta o comentarios de una tercera persona pueden provocar celos, como también es posible que despierten sospechas circunstancias tales como llegar tarde a casa.

Tipos de celos

Existen dos tipos de celos: emocionales y sexuales.

- Los celos emocionales ocurren cuando una persona cree o sabe que su pareja está emocionalmente vinculada o enamorada de otra persona.

- Los celos sexuales suceden cuando la persona cree o sabe que su pareja quiere participar o ha participado de la intimidad sexual con otro.

Los dos tipos pueden ocurrir en conjunto o de manera separada.

La hipótesis del enfoque evolutivo es que existe una diferencia de género en cuanto a los celos; así, los varones se perturban más ante la infidelidad sexual de la pareja (heterosexual), mientras que las mujeres se alteran más mientras que las mujeres se alteran más ante la infeliz infidelidad emocional de la pareja (heterosexual).



Esta hipótesis se basa en el argumento de que el problema (o preocupación) adaptativo masculino en la reproducción es la incertidumbre de la paternidad. Así, el varón motivado a pasar sus genes a la siguiente generación, quiere asegurarse de que los hijos de quienes cuida son los suyos, de modo que está muy vigilante en cuanto a la fidelidad sexual femenina.

El problema adaptativo femenino es obtener los suficientes recursos para cuidar a ella misma y a sus crías de modo que está muy vigilante en cuanto a la fidelidad romántica masculina; si su pareja se enamora de alguien más, podría dejarla y perdería los recursos que él proporciona.

Reacciones ante las "amenazas"

Diversos estudios han informado de resultados que sustentan a esta hipótesis, incluyendo una investigación sobre sustentación transcultural, usando datos provenientes de Estados Unidos, Alemania y Holanda.

Los psicólogos Gregory White y Paul Muller consideran a los celos como una constelación que incluye pensamientos, emociones y acciones. Según sus investigaciones, existen dos situaciones que activan los celos.

Una es la que existe una amenaza a la autoestima. Por ejemplo, en una buena relación la pareja ayuda a que el otro se sienta bien acerca de si mismo, lo hace sentir atractivo o divertido. Si aparece un rival y la pareja muestra interés, es posible que la otra persona piense "él la encuentra más atractiva que yo" o "ella piensa que él es más divertido que yo".

Entonces, las personas se sienten menos atractivos o menos divertidos, es decir, la autoestima se ve amenazada.

La segunda situación que activan los celos es una amenaza a la relación. Si aparece un rival en escena, es posible que la persona tema que la pareja se separará y que formará una nueva relación con el rival. Los celos se activan debido a los pensamientos y sentimientos negativos acerca de la pérdida de una relación que ha sido buena y de la pérdida de todas las cosas agradables que acompañan esa relación, tales como compañerismo y sexo.



Según White y Muller, las personas pasan por varias etapas en la respuesta de celos, en ocasión con estrés y gran rapidez. La primera es cognitiva, donde se hace una valoración inicial de la situación y se encuentra que existe una amenaza a la autoestima o a la relación.

Se experimenta una reacción emocional que tiene dos fases en sí:

- La primera es una respuesta rápida de estrés, la explosión de celos para utilizar la terminología de la teoría de dos componentes del amor.

- La segunda fase de la respuesta emocional sucede cuando revaloramos la situación y decidimos cómo manejarla. En la etapa de revaloración, es posible que cambiemos la manera en que vemos la situación; por ejemplo, en lugar de amenaza, como un reto. Las intensas emociones iniciales se tranquilizan y pueden reemplazarse por mal humor.

Los intentos por manejar los celos conducen a una variedad de conductas. Algunas de ellas son constructivas, tal como la comunicación efectiva con la pareja. Tal discusión puede conducir a una evaluación de la relación y a los intentos por cambiar algunos de los espectros problemáticos de la misma. Si el problema parece lo suficientemente serio, es posible que los miembros de la pareja busquen el consejo de un mediador o terapeuta.

Otras respuestas conductuales a los celos son destructivas. La amenaza a la autoestima puede conducir a la depresión, al uso de sustancias e incluso al suicidio. Es posible que la agresión se dirija no sólo hacia la pareja, sino hacia una tercera persona o hacia ambas y puede conducir a un abuso físico o sexual.

Aprende a superar los celos

- Frenarlos a tiempo

Los celos son parte natural y casi inevitable de una relación romántica. El truco está en asegurarse de que apenas constituyan una parte muy pequeña. Tener una pelea por celos cada cinco minutos resulta agotador para todos los implicados y no mejorará en absoluto las posibilidades de éxito de la relación; de hecho, podría conducir al fin de todo lo que precisamente intentamos proteger.



- Ser racional

Los celos románticos normalmente provienen de la percepción de una amenaza para la relación. Un buen paso es intentar averiguar si esta amenaza es real o imaginaria, recordando siempre que una mente celosa es propensa a magnificar con rapidez pequeñas cosas, dando lugar a una respuesta totalmente desproporcionada.

- Trabajar el autoestima

Los celos y los sentimientos de ansiedad y sospecha que los acompañan, están muy relacionados con la inseguridad. Un estudio de 2008 observó que los hombres bajitos eran más propensos a los celos que los altos, lo que sugiere que los más altos estaban más seguros de sí mismos y, por tanto, se preocupaban menos por la amenaza de posibles amantes rivales.

Tomar medidas para aumentar la autoestima puede ayudarnos a protegernos de los celos. Estas medidas pueden ser algo tan sencillo como intentar no tener pensamientos negativos sobre nosotros mismos, centrándonos en nuestros puntos fuertes y pasando tiempo con amigos que nos hacen sentirnos bien.

- Reafirmar la relación

Tener una pareja celosa puede ser agotador, pero hay que ser pacientes, ya que, a menudo, la reacción adecuada puede acabar con los posibles celos. Si hay algo que dispare los celos de nuestra pareja, procurar evitarlo. Por último, recordar que aunque puede que la pareja se comporte como un completo imbécil, los celos son una consecuencia del amor, por lo que debemos intentar reafirmar a nuestra pareja en lugar de ponernos a la defensiva.

* Nota de Julieta López, fundadora de www.sexydreamslove.cl y www.50sombrasdegrey.cl