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Michael Phelps: simplemente el mejor

Por Deutsche Welle | 15 Agosto, 2016 - 09:37
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El nadador estadounidense sigue viendo crecer su colección de medallas de oro. Y eso que al comienzo no le gustaba el agua…

Michael Phelps nació el 30 de junio de 1985 en Baltimore, Maryland. A diferencia de muchos de sus contemporáneos en la natación, no existe evidencia de que haya tenido un temprano y exitoso acercamiento a las albercas. En su infancia más bien era reacio al agua: apenas entraba en contacto con ella, lo atacaba el pánico. En realidad, su niñez tiene atisbos de ser más bien normal en términos deportivos. En la escuela era conocido por su “hiperactividad” y hasta sexto grado tomaba medicamentos para controlarla. Sus primeras actividades recreativas estaban lejos de las piscinas: le gustaba el béisbol y el lacrosse.
 
Recién en 1996 se decidió el entonces onceañero Phelps por la natación. La razón para ello fue su exceso de energía, que podía ser consumido de mejor manera en una piscina. Además, sus hermanas también practicaban esa disciplina. Michael, sin embargo, fue más lejos y con apenas 15 años participó en sus primeros Juegos Olímpicos, en Sydney 2000. Si bien entonces no ganó ninguna medalla, su talento ya empezaba a brillar. Pocos meses más tarde batió el récord mundial de Tom Malchow (EE. UU.) en los 200 metros mariposa, al bajar del minuto 55 segundos. Con ello, además, se convirtió en el poseedor de un récord de mundo más joven de todos los tiempos.
 
En los siguientes años, Phelps se convirtió en una máquina imparable. Su colección de medallas de oro, tanto de campeonatos mundiales como de los Juegos Olímpicos de Atenas (2004), Pekín (2008) y Londres (2012) comenzó a crecer sin parar, consolidando un dominio sobre la disciplina y sus rivales pocas veces vistos en el deporte. Hasta el momento ha ganado 28 medallas, 23 de ellas de oro. Tras participar en los Juegos de Londres, el deportista anunció su retiro.
 
A su prematuro retiro le sigue una profunda crisis. Incluso en sus momentos de gloria deportiva Phelps sufrió de crisis que lo llevaron a los titulares de la prensa debido a su desmedido consumo de alcohol y drogas. A esos problemas se sumó luego una depresión. Por momentos, Phelps no quería estar “más en este mundo”. Como razón para esto mencionó él mismo sus problemas con el alcohol. Tras un primer intento exitoso de volver a las pistas, Phelps fue nominado para competir en el Campeonato Mundial de Kazán 2015.
 
Sin embargo, en octubre de 2014 fue descubierto conduciendo en estado de ebriedad y fue expulsado del equipo. No alcanzó a pasar un año hasta que Phelps lo intentó de nuevo: en el Campeonato de Estados Unidos en San Antonio ganó en tres ocasiones. Con los tiempos obtenidos, habría sido triple campeón mundial en Kazán.
 
En los Juegos Olímpicos de Río todo ha sido tal como lo planificó el nadador de 31 años. Ya ha ganado más de una veintena de preseas doradas en cuatro Juegos Olímpicos. El mejor atleta olímpico de todos los tiempos está en el camino correcto para mantener ese título por toda la eternidad.