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Museo de Sábato aún busca financiamiento para su apertura en Buenos Aires

Por | 9 Julio, 2014 - 11:29
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“No queremos hacer un mausoleo, estamos armando un museo interactivo y tenemos muchas ideas para que sea un lugar dinámico, tal como era esta casa”, señala el hijo del destacado escritor.

Tres años después de su muerte, el autor argentino Ernesto Sábato pelea por volver a casa, al museo que lleva su nombre en la localidad bonaerense de Santos Lugares, cuya apertura se retrasa por falta de fondos.

Mario Sábato, hijo del autor de "El túnel", encabeza desde hace años esta batalla por abrir el lugar antes de septiembre, cuando se cumple el trigésimo aniversario del informe Nunca más, elaborado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, que presidió el escritor y documentó los crímenes de la última dictadura militar (1976-1983).

El museo en su memoria “no es una cuestión que tenga que ver con banderitas partidarias, es un tema de todos los argentinos”, sostiene Mario Sábato.

Sábato obtuvo fondos del gobierno de la provincia de Buenos Aires para su proyecto, pero fueron insuficientes para conseguir su objetivo y tuvo que emprender, a finales del año pasado, una campaña de aportes voluntarios que le ha permitido avanzar en la propuesta, pero no garantizar la apertura de la institución.

Su última iniciativa: denunciar la falta de apoyo institucional en una carta pública dirigida a su padre muerto con motivo del último aniversario del escritor (1911-2011).

“Sé que debería ser una cuestión de Estado proteger y difundir el legado de alguien que tanto hizo por la cultura de nuestro país, que se jugó, a riesgo de su vida y a costa de su salud, por restaurar la justicia en un país arrasado. No ignoro que eso está por encima de banderías partidarias y de intereses fugaces”, continúa.

Los fondos conseguidos, explica Sábato, se destinaron a rehabilitar la casa, pero “la burocracia se encargó de demorar la entrega del dinero y no hemos podido completar lo que estaba planeado”.

“No queremos hacer un mausoleo, queremos hacer un museo interactivo y tenemos muchas ideas para que sea un lugar dinámico, como era la casa cuando convocaba artistas conocidos y otros que iban a serlo, a políticos, a periodistas, a escritores. Esa es la atmósfera que queremos recuperar”, insiste.

“Virtudes heredadas de mi padre, no tengo ninguna. Heredé los defectos, y, entre ellos, el carácter podrido. Lo tengo y mi mayor dificultad es mantener la calma, no cerrar la puerta y tener esperanzas”, indica Sábato.

 

Foto principal: Marcelo Baldassarre