Educar, generar vínculos y poner valor a la cocina argentina es el espíritu de "Masticar", feria gastronómica que se lleva a cabo en Buenos Aires a partir de este jueves hasta el domingo.

"Masticar es una feria local y familiar, hecha para la gente que vive ahí, no es para mostrar Argentina al mundo; está hecha para revalorizar por lo que no vas a mostrar lo obvio. Cuando nos pusimos a ver cómo íbamos a armar esto y cuáles eran las cosas que teníamos que hacer, lo primero era convencernos a nosotros mismos que teníamos que aprender más y para eso había que mostrarle a la gente un montón de cosas que tenían adelante y que tenían que correr un poco de pasto para mirarla, cosas que normalmente no hubiesen comido", revela la destacada chef argentina y una de las creadoras de esta iniciativa, Narda Lepes.

Tal ha sido el éxito de esta instancia, que se ha posicionado como una de las ferias gastronómicas más importantes del país y ya va por su cuarta versión con el lema "Comer rico hace bien".

"La gente está cada vez más interesada, va más, el año pasado fueron cien mil personas y para esta edición esperamos lo mismo, porque no entran más", agrega la cocinera y comunicadora.

Por eso, ya para la próxima versión se está pensando cambiar el formato, porque el lugar ya quedó chico. Y cómo no, si lo que propone "Masticar" es una celebración popular, por lo que la entrada está a un valor aproximado a US$5, mientras que el plato más caro cuesta unos US$6. A esto se suma que todas las clases son gratis.

"Somos una organización sin fines de lucro, lo organizamos con Acelga (Asociación de Cocineros y Empresarios Ligados a la Gastronomía Argentina), entonces la plata que ganamos la gastamos toda, si viene alguien y analiza el negocio, diría cierren mañana", explica entre risas Lepes, quien trabajó en el canal gastronómico Gourmet.

En esta oportunidad se encuentran más de 40 puestos con diferente propuestas, como "Tegui"  –número nueve de la lista "50 Mejores Restaurantes de Latinoamérica"–, "Beatriz y Diego Chomnalez", "Italpast", "Crizia", "Maru Botana","Basa", "Oviedo", "La Mar", "Puratierra", "Astor", "Nómade", "Julep", "878", entre otros.

"Hay restaurantes invitados a parte de lo que la gente quiere ver, restaurantes que nunca se les hubiese ocurrido venir pero que para nosotros son contenido, como el mejor chino de la ciudad o el mejor peruano familiar. Le visibilidad a cosas que son contenido y no le cobramos. La idea es que todo lo que está dentro de 'Masticar' sea contenido; no hay marcas, stand, promotoras,  folletos, los únicos que se pueden repartir son los que tienen información para comer mejor. Todo eso requiere un trabajo enorme para curar ese contenido", narra la experta.

Y es aquí donde la histriónica argentina hace eso que tan bien sabe hacer: educar y aconsejar sobre alimentarse. Por eso cuando tiene la oportunidad recalca sus cuatro consejos básicos que consisten en cocinar más, que la mitad del plato tenga vegetal, que si se va a comer "al lado oscuro de la fuerza" que esté hecho por gente con un buen trato y ser organizado con la heladera para no caer en el delivery chatarra.

"El revalidar los productos naturales y locales es una tendencia mundial que hay que copiar; es muy primitiva, muy básica como para que no te den ganas, creo que se hace por una necesidad básica y común. Creo que los productos que se estaban comercializando masivamente no están buenos, entonces, hay que buscar alternativas y ayudar a que esas alternativas saquen la cabeza", dice con énfasis Lepes.

La experta reconoce que el mayor disfrute es "que venga la gente y me diga, ahora como esto, ahora cocino tal cosa, me gusta que me digan eso a cualquier otra cosa: yo desde mi mínimo lugar hago lo que puedo y otro desde su lugar hará lo que puede. No podemos dejar el cambio en otro, vos tenés que hacerlo y dejar de comprar en retail. El cambio es individual, pero es cosa de tomar una decisión y ser inteligente, porque es una cuestión de sobrevivencia, comer es lo más importante que haces en el día, no hay nada más importante, y la factura de comer mal es pésimo".