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Por qué el pop en inglés se enamoró de la música en español

Por El Observador | 26 Abril, 2019 - 12:17
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Tras el éxito de Despacito y colaboración con Justin Bieber, los artistas anglo buscan reguetoneros para colaborar.

Luis Fonsi estaba en Roma, como parte del recorrido planetario que tuvo que cumplir ante el éxito de su canción Despacito, compuesta junto a Erika Ender e interpretada con el reguetonero Daddy Yankee. Eran las 3 de la mañana y el cantante puertorriqueño trataba de descansar, cuando sonó el teléfono. “Era alguien del sello, que me dijo: ‘Hey, necesitamos hablar contigo. Nos acaban de llamar del equipo de Justin Bieber, escuchó la canción mientras estaba de gira en Colombia. Vio como reaccionaba la gente en el baile, le encantó la canción y quiere hacer un remix”, contó el cantante al sitio musical Genius.

Fonsi estaba más preocupado por dormir, pero aceptó el pedido, y a los pocos días ya había recibido la versión que incluía los versos cantados por la estrella pop canadiense. Ese remix llevó a una canción que ya era exitosa a una fama estratosférica, le abrió las puertas del mercado angloparlante y lo convirtió en uno de los temas más escuchados de los últimos años.

Lo que también catapultó esa versión es el formato del remix bilingüe. Si bien hubo ejemplos anteriores a la versión de Despacito con la voz de Bieber ahora cada hit de la música latina urbana tiene, a los pocos meses, una segunda vida con el agregado de algunas estrofas en inglés cantadas por una figura del pop anglo.

En las últimas semanas aparecieron dos ejemplos más que se suman a la lista. El 19 de abril se estrenaron en simultaneo los remixes de dos canciones con nombres similares que conquistaron los oídos el pasado verano. Una es Calma, interpretada por los puertorriqueños Farruko y Pedro Capó. El ritmo símil reggae de la original es reemplazado por un sonido pop/R&B, mientras Alicia Keys empieza con una estrofa en inglés, que luego deja paso al beat original, mientras la cantante se pasa al español, y se mezcla con las voces de los intérpretes caribeños que reiteran sus menciones a la playa, a Despacito y a la cerveza boricua Medalla.

La otra es Con calma (no se confunda, no es la misma), de Daddy Yankee, que ahora tiene una versión con Katy Perry que también repite el modelo; empieza con ella cantando aunque, en este caso, se invierten los idiomas. Primero va el español y el inglés después. Las referencias a sus canciones pasadas comoCalifornia Gurls y un estribillo en el que responde al de Daddy Yankee son sus otros aportes al tema.

En el disco Homecoming: Live, que recoge el show en el festival Coachella 2018 de Beyoncé, suena una versión remix de un tema latino. Se trata de Mi gente, de J Balvin, a la que la artista le agregó su toque en octubre de 2017, apenas unos meses después del boom Despacito. En ese caso, la historia de cómo la diva pop llegó a la canción tiene que ver con su hija mayor, Blue Ivy.

Balvin relató al sitio Buzzfeed que, un día de grabación en Nueva York, una colaboradora de Beyoncé le contó que a la niña le encantaba el tema. “Le dije: 'Ok, entonces ¿por qué no le decís a Beyoncé que se sume al remix?' Pero lo dije en broma…no estaba hablando en serio”. Pero dos días después, lo llamaron y le dieron el sí. “Casi me desmayo”, recordó el colombiano. Esta versión no altera el beat, conserva la presencia del francés Willy William, pero sí mantiene el estándar: artista invitada que se anima al español, que agrega unos nuevos versos y entona el estribillo a coro.

El formato no es nuevo, pero antes funcionaba de forma inversa. Por ejemplo, en febrero de 2017 se presentó una versión remix de Shape of you, el gran hit del inglés Ed Sheeran, que incorpora estrofas rapeadas en español a cargo de los reguetoneros puertorriqueños – si, de nuevo – Zion y Lennox.

Hay un boom de la música latina. No solo en Uruguay suena por todos lados el reguetón y la música urbana caribeña. También pasa al otro lado de la línea del  Ecuador. Y así, como en el pasado un artista hispano podía interpretar en su idioma y acercar una canción inglesa al público latinoamericano (desde Luis Miguel y Cuando calienta el sol o Será que no me amas hasta Provócame de Chayanne), ahora el camino es inverso.

Aunque para los artistas hispanoparlantes sea una herramienta para “llegar” a Estados Unidos –que sigue siendo la meca del entretenimiento–estas versiones bilingües son también una forma de combinar lo “exótico, bailable y sensual” del español para las audiencias extranjeras, de capitalizar económicamente y a nivel de popularidad una tendencia, y de apuntar al creciente mercado latino de Estados Unidos.

En un texto sobre este recurso musical publicado en 2017 por el portal Track Record Rocío Guerrero, programadora musical de Spotify para América Latina, decía lo siguiente: “Por primera vez, hemos traído al gran mercado hacia nosotros, y no a la inversa. Es un gran momento para la comunidad artística latina”. Mientras que Sasha Pisterman, una publicista de la industria musical estadounidense, explicó en ese mismo articulo que ese crecimiento se debe a cambios en el público durante las últimas dos décadas. “Se incrementó la población joven, y la que escucha música en inglés y en español sin distinción de idioma”, consideró.

Y así es como, también, los reguetoneros y cantantes caribeños se convierten en el faro alrededor del que todos quieren estar. Madonna es la última en sumarse a la fila –detrás de otros artistas como Shakira– al convocar a Maluma para una de las canciones de su próximo disco, Madame X.