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¿Problemas para expresar emociones? Puede ser alixitimia…

Por LifeStyle | 30 Enero, 2016 - 13:22
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A mediados de los años 70 se manifiestan las primeras investigaciones de esta problemática, en la que se establecen causas biológicas o psicológicas.

La zona cerebral en la que se vincula el crisol emotivo con el área que toma conocimiento de este tipo de reacciones es la que no funciona cuando se padece de alexitimia. El trastorno se relaciona con personas que no pueden expresar emociones o les cuesta desarrollar la capacidad de amar.
 
A mediados de los años 70 se manifiestan las primeras investigaciones de esta problemática, en la que se establecen causas biológicas o psicológicas. Actualmente incluso se puede asociar con desórdenes originados por toxicomanías, trastornos de la conducta alimentaria, psicopatías y estrés postraumático.
 
El origen biológico –conocido como “alixitimia primaria”- se debe a consecuencias de un defecto o deficiencia neurobiológica frutos de factores hereditarios. La secundaria, en tanto, surge a partir de situaciones dramáticas vividas por las personas, ya sea por eventos sociales como conflictos bélicos o crisis naturales o por experiencias emocionales intensamente negativas.
 
 
Una de cada siete personas en el mundo exhibe muestras de alixitimia, también llamada “daltonismo emocional”. 
 
La vida moderna ha hecho un aporte en ella, ya que el consumo de drogas o las consecuencias del exceso o la falta de comida, están dejando heridas en esa zona neuronal de conexión entre el crisol emotivo con el área que toma conocimiento de este tipo de reacciones.
 
En Europa existen incluso foros en internet de gente que padece el trastorno. Entre ellos se llaman “alexes”.
 
Si bien este “daltonismo emocional” se encuentra en la mitad de los casos de autismo, también se comienza a encontrar en personas que no tienen ese rasgo pero que lo llegan a desarrollar como consecuencia de otros trastornos: obesidad excesiva, anorexias, crisis depresivas, decepciones amorosas o abusos.
 
La expresión de las emociones es el resultado de una acción coordinada de varias capas en el cerebro, que terminan en algún tipo de reacción física: llanto, risas, molestias, placer, dolor. El desarrollo cognitivo valora qué es lo bueno y qué es lo malo.
 
 
Paralelamente va el desarrollo del lenguaje que expresa esas emociones. Por eso, cuando las personas se están formando en su niñez se requiere una guía verbal, manifiesta, que vayan dándole sentido a esas reacciones.
 
En ese sentido, la alixitimia está siendo más investigada actualmente que antes. Las primeras conclusiones destacan la clave de la “formación emocional” en los primeros años. Los niños deben ser capaces de entender lo que están sintiendo, comenzando a identificarlo y siendo capaces de manifestarlo en palabras.
 
Se espera que la investigación científica entregue más luces sobre este trastorno, entendiendo que implica desarrollar cambios en el desarrollo de las personas, otorgándole el grado de importancia que hoy no tiene a la formación emocional.