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Programa cultural "Entijuanarte" suma una década enfrentando la violencia en Tijuana

Por El Economista.com | 6 Octubre, 2014 - 15:31
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Artistas, diseñadores y un sin fin de productos llamaron la atención de los tijuanenses que abarrotaron los stands y no dejaban de circular por el Cecut, en días de fiesta, arte y mucha paz.

El arte y la cultura han ayudado a mostrar el rostro más amable de Tijuana y el festival Entijuanarte es pieza fundamental, pese a algunos años difíciles.

El fin de semana se llevó a cabo el evento que cumplió diez años años mostrando que un proyecto, que nació de la sociedad civil, puede ser exitoso pese al abandono de las autoridades locales, quienes este año no lo apoyaron económicamente y el dinero etiquetado llegó un día antes e incompleto.

"Los tres tristes tigres", "Los ángeles azules" y "El gran silencio" fueron parte de las actividades que congregaron a cientos de familias en el Centro Cultural Tijuana, donde se ubicaron cerca de 200 stands con artistas de todo tipo que fueron visitados por 100.000 personas rompiendo el récord de asistencia del año pasado.

Pedro Ochoa, director del Cecut, sede del festival, asegura que “Entijuanarte es un ejemplo de que hay distintas fórmulas para realizar eventos culturales; el festival se ha llevado a cabo durante diez años, años difíciles para Tijuana, con problemas de violencia e inseguridad, pero la imagen se compone a partir de la promoción de la cultura”.

Artistas, diseñadores y un sin fin de productos llamaron la atención de los tijuanenses que abarrotaron los stands y no dejaban de circular por el Cecut, en días de fiesta, arte y mucha paz.

Durante este año, "Entijuanarte" colaboró con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por su sigla en inglés), para trabajar en polígonos de alto riesgo en la ciudad.

Narcomenudeo, robos y violencia se combaten con cultura. Así, en colonias de alto riesgo como Diez de Mayo, Granjas Familiares y en Camino Verde se llevaron a cabo proyectos sociales que fueron mucho mas allá de sólo llevar espectáculos.

“Trabajamos con la comunidad, primero detectamos los problemas, platicamos con ellos y arrancamos, sólo así nos aceptan y tenemos éxito”, dijo Gabriela Posada, encargada del proyecto.